Lechuga y edición génica
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Objetivo: Aumentar la resistencia de la lechuga al calor para mitigar los efectos del cambio climático
A medida que cambia el clima y aumenta la temperatura, se compromete el cultivo de lechuga. Los productores de lechuga deben enfrentar condiciones climáticas desafiantes y seguir cultivando. Para contribuir a la sustentabilidad del cultivo, un equipo de científicos de la Universidad de California, Davis, está utilizando la tecnología CRISPR y otras tecnologías de edición génica para desarrollar nuevas variedades de lechuga tolerantes al calor.
Temperaturas en aumento y su efecto sobre la ensalada
Estamos acostumbrados a comer lechuga durante todo el año, y eso requiere de una aceitada cadena de producción y suministro. El aumento de las temperaturas debido al cambio climático es una de las mayores amenazas para la cadena de suministro de lechuga, y el calor inesperado complica a los agricultores para producir lechuga de calidad. Las condiciones de cultivo ideales están entre los 15 y 18°C. La lechuga puede tolerar algunos días a temperaturas entre 27 y 29°C, siempre y cuando refresque durante la noche.
Poder entregarles a los consumidores un producto consistente, día tras día, requiere de entre 30 y 60 variedades de semillas diferentes para solo un tipo de lechuga. Si multiplicamos eso por todos los tipos de lechuga diferentes que estamos acostumbrados a encontrar en la verdulería, se podrá comprender la magnitud del rol fundamental de los fitomejoradores.
Avanzando con la tecnología de edición génica
Un grupo de científicos de la UC Davis están trabajando para mejorar la capacidad de múltiples variedades de lechuga de soportar el aumento de la temperatura. La capacidad que se tiene hoy para secuenciar el genoma con mayor rapidez y de forma más asequible de lo que nunca antes se hubiese imaginado son muy valiosas para avanzar en el fitomejoramiento. Adicionalmente, las herramientas de edición génica, como la tecnología CRISPR, les permiten a los científicos modificar o editar el ADN en organismos vivos con un alto grado de precisión.
Los científicos identificaron el gen responsable de la sensibilidad al calor en la lechuga y utilizaron la tecnología CRISPR/Cas9 para acceder al ADN, silenciar al gen en cuestión y lograr plantas de lechuga que resisten temperaturas 11°C más elevadas. Además de tener una mejor capacidad para germinar a mayores temperaturas, las plantas presentaron características idénticas a las variedades actuales de lechuga. Si bien las nuevas variedades de lechuga desarrolladas utilizando la tecnología CRISPR/Cas9 están todavía en su etapa experimental, hay altas posibilidades de que los agricultores puedan contar con variedades de lechuga tolerantes al calor pronto.
Desde su primera presentación en público hace solo un par de años, la tecnología CRISPR/Cas9 demostró rápidamente ser una valiosa herramienta de fitomejoramiento para proteger cultivos de amenazas generadas por enfermedades, condiciones de suelos deteriorados y cambio climático. Muchos creen que ésta, y otras herramientas de edición génica, tienen el potencial de brindar nuevas soluciones para algunos de los grandes desafíos que enfrentamos para cumplir con la demanda creciente de alimentos, de una manera cada vez más sustentable, bajo condiciones climáticas cambiantes.
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