En el florero, hay biotecnología

¿Alguna vez viste rosas, crisantemos y claveles azules o petunias anaranjadas? Posiblemente, no, pero ya se comercializan y se lucen en los floreros de algunos países del mundo. En este pequeño artículo te contamos cómo se lograron esas tonalidades gracias a la ingeniería genética. 

Después de muchos años de investigación, un grupo de científicos japoneses logró unas hermosas rosas azules por ingeniería genética, introduciendo en las rosas el gen que lleva la información para fabricar el pigmento azul. Este gen proviene de otra flor: el pensamiento. El mejoramiento convencional puede generar rosas azuladas, pero más bien resultan grises o moradas, nunca de un azul intenso. Esto es porque las rosas naturales no tienen el pigmento llamado delfinidina, un pigmento que sí está presente en otras flores, como el pensamiento. En cambio, los colores de las rosas provienen de la combinación de pigmentos rojos y naranjas. Es por eso que si se introduce en la rosa el gen que lleva la información para que se produzca la enzima que fabrica al pigmento delfinidina, este pigmento aparecerá en la flor, en particular, en sus pétalos. El gen en cuestión es conocido como “Blue Gene”, y ya fue empleado para fabricar claveles y crisantemos azules.

En el año 2021, Estados Unidos aprobó el cultivo y comercialización de petunias naranjas. Para lograr este color, se les agregó un gen de maíz para la producción del pigmento pelargonidina, una antocianina presente en otras flores, así como en legumbres y frutos comestibles.

Además, hay otras investigaciones basadas en la ingeniería genética y que se desarrollan actualmente para conseguir flores más aromáticas, con más pétalos o que duran más una vez cortadas de la planta. También se espera poder usar la transgénesis con el fin de diseñar plantas ornamentales con características especiales, como por ejemplo, una diferente arquitectura floral o un número mayor de flores.

Y para hacer aún más colorido nuestro jardín, hay también flores obtenidas por edición génica. Un ejemplo es una nueva variedad de petunia color rosa pálido o púrpura, desarrollada en Corea del Sur por medio de la técnica CRISPR.

 

 

 

Imagen: Nika Akin | Unsplash