Cultivos con mejoras en la calidad

Los cultivos genéticamente modificados que han llegado al mercado llevan características que benefician directamente a la producción agrícola. Sin embargo hay muchos desarrollos que incluyen la introducción o modificación de características que pueden ser aprovechadas directamente por la industria o el consumidor. En esta nueva generación de cultivos transgénicos se buscan cambios específicos en la composición de las plantas, a través de la modificación en la proporción de nutrientes u otros componentes, la biofortificación, o la eliminación de toxinas y alérgenos naturales. 

La industria del papel podría beneficiarse directamente con papas que contengan un almidón con más amilopectina que amilosa, o árboles cuya madera tenga un menor contenido de lignina, mientras que ciertas modificaciones en las oleaginosas podrían generar aceites más aptos para maquinarias y aplicaciones industriales. Para el área de la alimentación animal se están desarrollando forrajes con menos lignina (más digeribles), y granos (como el maíz) con niveles mayores de aminoácidos esenciales, como lisina y metionina. En la floricultura, la ingeniería genética está logrando flores con nuevos colores o que duran más en el florero. El desarrollo de frutos (tomates, bananas, melones, frambuesas, etc.) que maduren más lentamente podría beneficiar a las cadenas industriales correspondientes, e incluso al consumidor, que podría aprovechar mejor sus propiedades naturales.

La biotecnología forestal

La biotecnología y las plantas ornamentales

Cuaderno para docentes Nº 96: la biotecnología y el mejoramiento de plantas forrajeras   



Los consumidores, además, podrían optar por hortalizas con más vitaminas y factores promotores de la salud, frutos secos sin alérgenos, o aceites comestibles más saludables. A continuación se mencionan algunos ejemplos de desarrollos en los que las modificaciones genéticas podrían generar alimentos más sanos: 

El arroz dorado
Es un tipo de arroz al que se le agregó los genes necesarios para producir beta caroteno, el precursor de la vitamina A. El arroz dorado pretende aportar vitamina A a las poblaciones que no consumen diariamente la suficiente cantidad de esta vitamina.
 
Se estima que cada año alrededor de 500.000 niños en todo el mundo pierden la vista por causa de esta deficiencia, que se manifiesta especialmente en el sudeste asiático, donde el arroz es un alimento básico. Aunque todavía no está disponible comercialmente, ya está siendo ensayado a campo en varios países de Asia.


Más información sobre el arroz dorado

Mejores aceites
La biotecnología moderna brinda también la posibilidad de modificar el contenido de los aceites. En la lista de estas modificaciones se destacan las destinadas a evitar la hidrogenación (soja alto esteárico, alto oleico o bajo linolénico), incorporar omega 3 (en soja, canola y lino) y aumentar los niveles de vitamina E (en maíz, soja y canola). 

Cuaderno para docentes Nº 66: Biotecnología y aceites  

El proyecto “Protato”
La papa, como otros tubérculos, es una fuente muy importante de calorías y la base de la alimentación de algunas regiones del mundo. Por eso muchos investigadores están trabajando en la posibilidad de incrementar su contenido de proteínas. India, por ejemplo, ya cuenta con papas genéticamente modificadas con alto contenido proteico listas para iniciar los ensayos de campo. Estas papas tienen un 35% más de proteínas que las papas comunes, debido a la introducción de un gen de una proteína de reserva del amaranto, y que tiene una muy buena proporción de aminoácidos esenciales. Este proyecto, al que los propios investigadores llamaron “protato”, allanó el camino para incrementar los niveles de proteínas también en otros cultivos, como el arroz, la batata y la mandioca. 

Mandioca más segura
La yuca o mandioca es un cultivo de gran importancia como alimento en los países tropicales. Sin embargo sus raíces y hojas producen laminarina, un glucósido cianógeno que en el tracto digestivo genera cianuro, altamente tóxico. Aunque la laminarina se destruye normalmente en el procesamiento y cocción de la mandioca, existe un importante riesgo de envenenamiento en el caso de consumo de mandioca insuficientemente procesada (basta mencionar un caso reciente en Filipinas, en el que 27 chicos murieron por ingestión de un alimento basado en mandioca mal cocida). Los científicos en este caso emplearon a la biotecnología moderna no para agregar genes, sino para “silenciarlos”, con el fin de disminuir el contenido de laminarina. Lograron plantas de mandioca con un 99% menos de laminarina en las raíces que las plantas normales. Cabe destacar con este ejemplo el papel relevante que podría jugar la biotecnología moderna en mejorar la seguridad alimentaria en el mundo. Otros ejemplos basados en el silenciamiento de genes son los desarrollos de maní y soja hipoalergénicos, café con menos cafeína y trigo libre de gluteninas.  

Silenciamiento génico en plantas 

Tomates con más licopeno
El licopeno es un carotenoide antioxidante, neutraliza los radicales libres que se producen en el organismo y que llevan al envejecimiento celular y al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Por eso tanto los tomates, como sus derivados, están siendo considerados como alimentos funcionales y ya hay cápsulas de licopeno en el mercado. Sin embargo, y como la mayoría de los ingredientes activos de los alimentos, los niveles de licopeno en el tomate son muy bajos como para lograr el efecto deseado a través de la ingesta.
 

Por eso los investigadores están intentando aumentar el contenido de licopeno por ingeniería genética, a través de la introducción de los genes correspondientes a las enzimas que intervienen en su síntesis. Ya han logrado tomates transgénicos que contienen entre 2 y 3,5 veces más licopeno que los tomates comunes.