Biodiversidad: ¿cómo la biotecnología puede ayudar a enfrentar los desafíos?
Cada 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad. La deforestación, la escasez de agua y el cambio climático son algunas de las principales preocupaciones y desafíos en relación a la biodiversidad. En este artículo conversamos sobre cómo la innovación y la biotecnología pueden ayudar a enfrentar estos desafíos.
El 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad. Así lo decidió la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 2001, para conmemorar la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, ocurrida en 1992. Se entiende por biodiversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, incluyendo las diferentes variedades de cultivos y las razas de animales, así como los diferentes ecosistemas que albergan múltiples interacciones entre sus miembros y su entorno.
Nuestra vida en el planeta depende de los recursos biológicos y su diversidad, al punto que la pérdida de biodiversidad pone en riesgo la disponibilidad de agua, alimentos, medicamentos, ropa, combustible, refugio y energía.
Según los expertos, una de cuatro especies está en riesgo de extinción, incluyendo desde lémures hasta salamandras y plantas como coníferas y orquídeas. Entre las principales causas de este problema se destaca la pérdida de los hábitats naturales para destinarlos a la producción de alimentos, fibras, madera y combustible, así como la sobreexplotación de plantas y animales a través de la tala, caza y pesca.
¿Cuáles son las principales preocupaciones y desafíos en relación a la biodiversidad? ¿De qué manera la innovación y la biotecnología agrícola pueden ayudar?
La deforestación: Los bosques tropicales son ecosistemas diversos que albergan miles de millones de animales, plantas y microbios. Lamentablemente, la deforestación causada por el crecimiento poblacional, la demanda de alimentos, fibra y madera, así como la expansión de las áreas urbanas, han destruido más de 1 millón de kilómetros cuadrados (aproximadamente la superficie de toda Colombia). Y, sólo en 2019, los incendios destruyeron un área de casi 10 mil kilómetros. En cuanto a la agricultura, la ciencia y la tecnología han logrado incrementar los rendimientos de los cultivos de forma significativa, permitiendo producir más en la misma cantidad de tierra. Según ISAAA, los cultivos transgénicos, en particular, han ayudado a aumentar la productividad de los cultivos y a conservar unas 183 millones de hectáreas.
Escasez de agua: La biodiversidad depende en gran medida de la disponibilidad de cuerpos de agua limpia. Según la ONU, más de 2 mil millones de personas viven en países donde el agua limpia es escasa, y se cree que este problema se agravará con el tiempo. En este contexto, debemos ser más eficientes en el uso de agua. La biotecnología también puede ayudar a preservar el agua y la biodiversidad a través del desarrollo de cultivos tolerantes a la sequía o que usen el agua más eficientemente. En el caso del algodón, el uso de variedades con resistencia a insectos ha reducido drásticamente las aplicaciones de insecticidas, disminuyendo el volumen de agua necesaria para obtener buenas cosechas.
Cambio climático y gases de efecto invernadero: La biodiversidad también se ve amenazada por los efectos del cambio climático. Por eso, mitigar el cambio climático es clave para preservarla. La ciencia y la biotecnología contribuyen en este sentido, a través de la generación de cultivos con mayores rendimientos y la posibilidad de manejar los cultivos en sistemas conservacionistas, como la siembra directa. Estos sistemas permiten usar menos combustible y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.