Etanol celulósico: expandiendo opciones e identificando obstáculos

Los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) de Estados Unidos están explorando nuevas maneras de convertir la paja de trigo en etanol, y están aprendiendo más sobre las bacterias que pueden contaminar las plantas de producción del etanol, afectando su obtención.

Los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) de Estados Unidos están explorando nuevas maneras de convertir la paja de trigo en etanol, y están aprendiendo más sobre las bacterias que pueden contaminar las plantas de producción del etanol, afectando su obtención.

En el Centro Nacional de Investigación de Utilización Agrícola (NCAUR por sus siglas en inglés) perteneciente al ARS en Peoria, Illinois, el químico Badal Saha realizó un estudio de cinco años con el objetivo de investigar si la paja del trigo-el residuo que queda después de la cosecha -podría ser útil para producir etanol.
Saha descubrió que el pretratamiento de la paja con peróxido alcalino, seguido por la digestión con enzimas, permite aprovechar y fermentar casi la totalidad de los azúcares de la paja, aún los azúcares no tan disponibles de las paredes celulares.
Pero los mismos ambientes que facilitan la fermentación también pueden ser buenos medios de cultivo para microbios que acaban contaminando las plantas de producción impidiendo la generación de etanol. El genetista Tim Leathers, por su parte, aisló las bacterias de estas plantas contaminadas, y descubrió que se trataba de diferentes tipos de bacterias ácido-lácticas. En particular, Ken Bischoff descubrió que cuando se inoculan las plantas de etanol con Lactobacillus fermentum, el rendimiento en la obtención de etanol se reduce en un 27%. Ahora están estudiando cómo combatir especialmente la contaminación con estas bacterias.