Colección de microbios acelera descubrimientos

Investigadores del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos construyeron una base de datos genéticos del hongo Fusarium, patógeno de plantas y humanos. El desarrollo brindará nuevas herramientas para el diagnóstico e identificación del patógeno. 

Investigadores del Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos construyeron una base de datos genéticos del hongo Fusarium, patógeno de plantas y humanos. El desarrollo brindará nuevas herramientas para el diagnóstico e identificación del patógeno.

Posiblemente los usuarios de lentes de contacto recuerden los titulares de hace unos años atrás sobre ciertos hongos capaces de vivir en las lentes de contacto y causar infecciones severas en los ojos. Pero los usuarios de lentes no saben que fueron los expertos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) los que proveyeron la información necesaria para identificar estos hongos responsables de lo que en ese momento era un problema médico emergente a nivel mundial.

Los investigadores lograron la identificación correcta trabajando con una base de datos de material genético específico de Fusarium. Esta base de datos se puede usar para diferenciar a las distintas especies de Fusarium que causan enfermedades en plantas y en humanos, y fue iniciada a partir de una colección de cientos de especies de este hongo mantenida por el ARS.

El microbiólogo Cletus Kurtzman y sus colegas manejan esta gran colección de especímenes vivos de bacterias y hongos perjudiciales e inocuos de todas partes del mundo, y la disponibilidad de este banco de genes ha acelerado los descubrimientos científicos. Los logros incluyen el desarrollo de nuevas herramientas para detectar, identificar, clasificar y utilizar estos microorganismos con el fin de mejorar la seguridad de alimentos, proteger a las plantas de las plagas y diseñar nuevos productos industriales.

Los científicos de todo el mundo también se benefician de la colección, ya que quienes la manejan dicen que envían aproximadamente 4.000 muestras de microbios a otros investigadores por año.