Prohibir los cultivos transgénicos aumentaría precios de los alimentos e impacto ambiental

Mayores precios en los alimentos, un aumento significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al cambio de uso del suelo, además de pérdida importante de tierras forestales y pastizales serían algunos de los resultados si se prohibieran los organismos modificados genéticamente (OGM) en los Estados Unidos, según arroja un estudio de la Universidad de Purdue.

Mayores precios en los alimentos, un aumento significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero debido al cambio de uso del suelo, además de pérdida importante de tierras forestales y pastizales serían algunos de los resultados si se prohibieran los organismos modificados genéticamente (OGM) en los Estados Unidos, según arroja un estudio de la Universidad de Purdue.

Wally Tyner, profesor de economía agrícola; Farzad Taheripour, profesor asociado de investigación de economía agrícola; y Harry Mahaffey, un estudiante graduado de economía agrícola, querían saber el significado de la pérdida de rendimiento de los cultivos si las plantas genéticamente modificadas se prohíben en los campos agrícolas de Estados Unidos, así como la forma en que la decisión afectaría a otras partes de la economía. Presentaron sus hallazgos en el Consorcio Internacional de Investigación en Bioeconomía Aplicada en Ravello, Italia, el año pasado. Los resultados del estudio, financiado por la Asociación de Granos y Piensos de California, se publicarán en la revista AgBioForum durante esta primavera.

“Este no es un argumento para mantener o perder los cultivos transgénicos”, dijo Tyner. “Es sólo una simple pregunta: ¿Qué pasa si desaparecen?”

Los economistas reunieron los datos y hallaron que 18 millones de agricultores de 28 países sembraron alrededor de 181 millones de hectáreas con cultivos transgénicos en 2014, y alrededor del 40% fue en los Estados Unidos.

Ingresaron los datos en el modelo GTAPBIO desarrollado en Purdue, que ha sido utilizado para examinar las consecuencias económicas de los cambios en la agricultura, la energía, el comercio y las políticas ambientales.

Al eliminar todos los cultivos GM en los Estados Unidos, el modelo muestra reducciones del rendimiento de maíz en 11,2% en promedio. La soja perdería un 5,2% de su rendimiento y en algodón sería del 18,6%. Para compensar esa pérdida, alrededor de 102.000 hectáreas de bosque y pastizales de EE.UU. tendrían que ser convertidas en tierras agrícolas y 1,1 millones de hectáreas a nivel mundial para un caso medio.

Las emisiones de gases de efecto invernadero aumentarían de manera significativa, ya que con rendimientos de las cosechas más bajos, se necesita más tierra para la producción agrícola, y esta debe tomarse desde pastizales y bosques.

“En general, cambia el uso de suelo, los pastizales y bosques necesarios para convertir en tierras de cultivo a fin de producir la cantidad de alimentos necesarios, es mayor que todos los cambios de uso de suelo que hemos estimado previamente para el programa de etanol de EE.UU.”, dijo Tyner.

En otras palabras, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que vendría de la prohibición de los transgénicos en Estados Unidos, sería mayor que la cantidad necesaria para crear suficiente tierra para cumplir con los mandatos federales de alrededor de 15 mil millones de galones de biocombustibles.

“Algunos de los mismos grupos que se oponen a los transgénicos quieren reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para reducir el potencial de calentamiento global”, dijo Tyner. “El resultado que obtenemos es que no se puede tener las dos cosas. Si se quiere reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura, una herramienta importante para hacerlo es con rasgos GM“.

Con rendimientos menores al no haber cultivos GM, los precios suben. Los precios del maíz aumentarían hasta un 28% y la soja hasta en un 22%, según el estudio. Los consumidores podrían esperar que los precios de los alimentos aumenten un 1-2%, o entre $14 millones a $24 millones de dólares al año.

En los Estados Unidos, los OGM constituyen casi todo el maíz (89%), soja (94%) y algodón (91%) plantado cada año. Algunos países ya han prohibido los transgénicos, no los han adoptado ampliamente o están considerando prohibiciones. Tyner y Taheripour dijeron que continuarán su investigación para entender cómo la expansión y las reducciones de los cultivos transgénicos en todo el mundo podrían afectar a la economía y el medio ambiente.