Importante logro para la segunda generación de papas Innate

La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) anunció la aprobación de la segunda generación de papas transgénicas Innate, de la empresa Simplot. Estas papas, además de presentar dos mejoras de calidad - menos pardeamiento y menos asparragina, son resistentes al tizón tardío, la enfermedad que causó la hambruna irlandesa entre 1845 y 1849. La FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos) anunció la aprobación de la segunda generación de papas transgénicas Innate, de la empresa Simplot. Estas papas, además de presentar dos mejoras de calidad - menos pardeamiento y menos asparragina, son resistentes al tizón tardío, la enfermedad que causó la hambruna irlandesa entre 1845 y 1849.

La segunda generación de papas Innate ya había recibido autorización del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para poder ser cultivada, pero aún faltaba la autorización de la FDA para que pudiera ser consumida. En este sentido, la agencia concluyó que estas nuevas papas transgénicas no difieren, en composición y seguridad, de cualquier otra papa que se vende hoy en el mercado.

En marzo de 2015, la FDA había autorizado para el consumo la primera generación de papas genéticamente modificadas Innate; en ese mismo año se cultivaron unas 160 hectáreas y las papas de vendieron, como producto fresco, en unos 1000 comercios a lo largo de 11 estados durante el verano.

Las papas Innate se generaron con el objetivo de reducir el desperdicio y al mismo tiempo reducir la acrilamida, un compuesto potencialmente cancerígeno que se produce cuando se fríen las papas.

Por inserción de secuencias de ADN de otras papas, los investigadores consiguieron silenciar 4 genes, dando lugar a una papa que se pardea u oscurece entre un 45 y 44% menos y tiene un 70% menos acrilamida que las papas comunes.

Con la segunda generación de papas Innate se han logrado mejores resultados: producen 90 por ciento menos de acrilamida y presentan una menor cantidad de azúcares reductores que las papas comunes, además de ser resistentes al tizón tardío, una enfermedad muy importante causada por hongos.

La disminución en la cantidad de azúcares reductores (glucosa, fructosa) es una ventaja para el almacenamiento, porque las papas normalmente responden al frío produciendo glucosa y fructosa, que al acumularse causan cambios no deseados en el sabor y el color en las papas fritas y las papas asadas. Como los productores necesitan almacenar las papas en frío para evitar que broten, esta característica de la nueva papa Innate resulta muy beneficiosa.

Al incluir la resistencia al tizón tardío, la segunda generación de papas Innate necesita de aprobación regulatoria de la EPA (Agencia de Protección Ambiental), y Simplot espera recibir esta autorización pronto para iniciar la comercialización.