El debate sobre el impacto de los OGM en la salud animal se ha terminado

El análisis de más de mil millones de datos señala que no ha habido ningún cambio en la salud del ganado desde 1996, cuando se introdujeron los OGM.

El análisis de más de mil millones de datos señala que no ha habido ningún cambio en la salud del ganado desde 1996, cuando se introdujeron los OGM.

Aunque hay más de 2 mil estudios que documentan que los OGM no constituyen una amenaza para la salud humana, aún existen preguntas sobre la seguridad de los alimentos genéticamente modificados en la mente de muchos consumidores.

En particular, Gilles-Eric Séralini publicó un artículo mostrando que las ratas alimentadas con OGM desarrollaban tumores enormes. Aunque luego tuvo que retractarse (había usado una cepa de ratas que desarrollaba tumores espontáneamente), el artículo circuló por los medios y generó temor en los consumidores de todo el mundo.

En su cruzada anti-OGM, Jeffrey Smith (Instituto de Tecnología Responsable) enumera en su página web personal una docena de casos en los que dice que los animales que se alimentan con OGM exhiben anormalidades, incluyendo cáncer y muerte prematura. También hace referencia a su propio libro donde afirma que los cerdos alimentados con OGM se vuelven estériles y las ovejas que pastan en cultivos de algodón Bt se mueren.

La Academia Americana de Medicina Ambiental - un grupo de medicina alternativa que rechaza a los OGM y también a las vacunas, dice: “varios estudios indican que hay serios riesgos para la salud asociados con los alimentos transgénicos, incluyendo infertilidad, problemas inmunológicos, envejecimiento acelerado, problemas en la regulación de la insulina y alteraciones en los órganos principales y en el sistema gastrointestinal."

Otros grupos anti-OGM toman estas alegaciones y regularmente publican declaraciones similares en sus sitios web.

Pero, ¿en qué sea basan realmente estas acusaciones? Porque después de todo, a nivel mundial, el ganado consume entre el 70 al 90% de los cultivos transgénicos que se producen. Sólo en Estados Unidos se producen 9 mil millones de animales por año y más del 95 por ciento de estos animales se alimentan con granos transgénicos. Estos números son similares en otros países, como Brasil y Argentina.

Si se estima la cantidad de raciones consumidas por los animales desde la introducción de los OGM, hace 18 años, el número rondaría el billón. Usando el sentido común, si los alimentos GM causaran algún problema a la salud de los animales, los productores agropecuarios lo habrían notado. Sin embargo, no ha habido ninguna noticia en ese sentido.

Pero no tenemos que depender de anécdotas para abordar estas preocupaciones, porque acaba de aparecer un artículo en la revista Journal of Animal Science, escrito por los genetistas Alison Van Eenennaam y Amy E. Young, del Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de California-Davis, que revisa los datos de productividad y salud animal a lo largo de 29 años, o sea desde antes hasta después de la introducción de los OGM. Los datos representaron a más de 100 mil millones de animales.

¿Qué encontraron? El análisis de los datos señala que no ha habido ningún cambio en la salud de los animales desde 1996, cuando se introdujeron los OGM. Considerando el tamaño del conjunto de datos, es razonable pensar que el debate sobre el impacto de los OGM en la salud animal se ha terminado: el impacto es cero.

Tomado de Genetic Literacy Project
10 09 ArgenBio