La adopción de la biotecnología beneficia al medio ambiente y a los agricultores

Los cultivos genéticamente modificados (GM) favorecen la adopción de prácticas agrícolas más sustentables, proporcionando beneficios claros para la productividad y para los ingresos del agricultor. La conclusión surge del estudio realizado por la consultora inglesa PG Economics, divulgado en mayo de 2014 y denominado GM Crops: global socio-economic and environmental impacts. Los cultivos genéticamente modificados (GM) favorecen la adopción de prácticas agrícolas más sustentables, proporcionando beneficios claros para la productividad y para los ingresos del agricultor. La conclusión surge del estudio realizado por la consultora inglesa PG Economics, divulgado en mayo de 2014 y denominado GM Crops: global socio-economic and environmental impacts.

Según el documento, la biotecnología agrícola disminuyó el uso de fitosanitarios químicos (1996-2012) en 503.000 millones de kg (-8,8%). Eso equivale a la cantidad total de ingredientes activos aplicados a los cultivos en los 27 estados miembro de la Unión Europea en casi dos años. Como resultado, el impacto ambiental asociado al uso de herbicidas e insecticidas sobre el área sembrada con cultivos GM disminuyó en un 18,7%.

Los cultivos GM permiten también que los agricultores produzcan más con menos necesidad de expansión de las fronteras agrícolas. Si la biotecnología agrícola no hubiera estado disponible para los 17,3 millones de agricultores que la usaron en 2012, mantener los niveles de producción global habría exigido la siembra adicional de 4,9 millones de hectáreas de soja, 6,9 millones de hectáreas de maíz, 3,1 millones de hectáreas de algodón y 0,2 millones de hectáreas de canola. Esa área total equivale al 9% de la tierra cultivable de Estados Unidos, al 24% de la tierra cultivable de Brasil o al 27% del área cerealera de la Unión Europea.

Beneficios socioeconómicos

De acuerdo con el estudio, la biotecnología agrícola continúa siendo una buena inversión. Globalmente, los productores recibieron un promedio de US$ 3,33 por cada dólar invertido en semillas GM en 2012. Mientras que los agricultores de países en desarrollo recibieron US$ 3,74 y los de países desarrollados US$ 3,04. “Los mayores aumentos en la productividad y la mayor parte de las ganancias ambientales también ocurrieron en los países en vías de desarrollo, donde muchos trabajadores rurales tiene escasos recursos y cultivan pequeñas áreas”, explica Graham Brookes, director de la PG Economics y coautor del informe. El retorno económico de la inversión para los productores que usaron semillas GM en 2012 fue de US$ 18,8 mil millones, el equivalente a un aumento promedio de renta de US$ 117/hectárea. Los datos revelan la importancia de la utilización de la tecnología en todos los tipos de cultivos, independientemente del tamaño y del tipo de producción.

En Brasil, la directora ejecutiva del Conselho de Informações sobre Biotecnologia (CIB), Adriana Brondani, recuerda que el aumento sistemático de la adopción de la biotecnología es una señal de que los beneficios de los transgénicos son claros. “A través del manejo más flexible y la racionalización de insumos hay una importante reducción de costos que, a su vez, significa más lucro para los agricultores”, afirma.

Medio ambiente y producción
“La biotecnología agrícola también contribuyó a reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de prácticas agrícolas”, indica el informe de la PG Economics. El resultado se debe al menor uso de combustibles y a una conservación adicional de carbono en el suelo debido a la adopción de la siembra directa y al menor laboreo. En 2012, esto significó la no emisión de 27.000 millones de kg de dióxido de carbono, el equivalente a sacar 11,9 millones de autos de las calles por un año.

“Por medio de la biotecnología podemos conseguir variedades de plantas más resistentes, adaptadas, nutritivas y productivas, lo que reduciría la presión sobre nuevas áreas agrícolas y contribuiría a la sustentabilidad. Ciertamente, la biotecnología es una herramienta para aumentar la oferta de alimentos en consonancia con prácticas sustentables y de preservación del medio ambiente”, afirma Adriana Brondani, del CIB.

Entre 1996 y 2012, la biotecnología agrícola fue responsable de más de 122 millones de toneladas de soja y 231 millones de toneladas de maíz. La tecnología también contribuyó con 18,2 millones de toneladas adicionales de algodón y 6,6 millones de toneladas de canola.

El informe completo está disponible en el sitio de PG Economics.