Paraguay autoriza el uso comercial de la variedad de maíz transgénico NK 603

Tras haberse cumplido con los procesos establecidos por la normativa vigente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) autorizó ayer la liberación comercial del maíz transgénico NK 603.
Tras haberse cumplido con los procesos establecidos por la normativa vigente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) autorizó ayer la liberación comercial del maíz transgénico NK 603.

Con la medida ya suman cinco las variedades de maíz genéticamente modificadas (GM) que fueron autorizadas para cultivo comercial en el Paraguay. Recordemos que el 24 de octubre de 2012, el Gobierno autorizó cuatro maíces transgénicos, el VT Triple Pro y MON810, que pertenecen a Monsanto; el BT11 de Syngenta y el TC1507 de Dow AgroSciences, una unidad de Dow Chemical.

Con relación a las variedades de soja transgénica, el 11 de febrero de 2013 el MAG autorizó la liberación comercial de las semillas de soja GM que contienen los eventos apilados MON87701 x MON89788, bajo la denominación en el mercado de “soja BtRR2Y o soja Intacta”, de Monsanto, según la Resolución 153/13 de dicha cartera de Estado.

Como antecedente debemos consignar que hace una década que el Gobierno de Paraguay autorizó la soja transgénica RR, en 2004, como una adecuación, sin haber seguido un proceso de regulación técnica, tal como se hace en la actualidad.

Con respecto a las variedades de algodón modificadas, el MAG informó que el 6 de junio de 2013 se autorizó la liberación comercial de los eventos MON 531 (Bt) x MON 1445 (RR) y MON 1445 (RR).

En el rubro textil, un poco antes, mediante la Resolución Nº 2072/2011, el MAG autorizó el cultivo comercial del evento MON531 (Algodón Bollgard), que representó en su momento un hecho histórico para el país, por haber sido el primer transgénico que pasó un proceso técnico y el segundo después de la soja RR, en el 2004.

Más de un año de bloqueo
El proceso de regulación del maíz NK 603 quedó bloqueado por más de un año en el Ministerio de Salud, debido a la publicación en octubre de 2012 de la investigación del francés Gilles Seralini, que vinculaba el consumo de sus granos con la aparición de cáncer en ratas. Sin embargo, al retractarse la revista Food and Chemical Toxicology acerca de la publicación de Seralini, que se sumó al rechazo de otras organizaciones científicas que repudiaron el estudio de Seralini, desapareció el motivo del bloqueo al maíz NK 603. Otros dos materiales, el maíz MIR 162, de Syngenta, y una soja con resistencia a los herbicidas de la clase de imidazolinonas, de la firma Basf, están en la recta final de autorización.