Levaduras modificadas podrían impulsar la producción de etanol

Investigadores belgas desarrollaron una nueva cepa de levadura más eficiente en la producción de bioetanol a partir de residuos agrícolas. Investigadores belgas desarrollaron una nueva cepa de levadura más eficiente en la producción de bioetanol a partir de residuos agrícolas.

Los investigadores continúan explorando nuevos catalizadores para la producción de biocombustibles con el objetivo de reducir los costos de producción y aumentar la eficiencia de las reacciones químicas esenciales. Aunque los biocombustibles son una parte importante de la ecuación de las energías renovables, sus costos de fabricación son muy altos.

Una producción más eficiente de biocombustibles podría ser posible mediante la ayuda de levaduras modificadas creadas por investigadores del Instituto Flandes de Biotecnología y la Katholieke Universiteit Leuven, en Flandes, Bélgica.

Se informó que la levadura desarrollada es más eficiente en la producción de bioetanol a partir de residuos que las cepas de levadura convencionales.

Mekonnen Demeke y Johan Thevelein modificaron el ADN de una cepa de levadura que dicen es la mejor para la producción de bioetanol industrial. Sus cambios permitieron que la levadura modificada fermentara fácilmente en azúcares pentosas. También dicen que la nueva levadura fermentó en forma eficiente y rápida diversos tipos de biomasa en bioetanol en condiciones reales, fuera del laboratorio.

Generalmente, una sola cepa de levadura no ha tenido la capacidad de convertir en etanol todos los tipos de azúcares que se encuentran en la biomasa. Los microbios que se utilizan normalmente para producir biocombustibles sólo convierten la glucosa en celulosa. Los investigadores continúan buscando microbios capaces de transformar todo el material de la planta en etanol. Los investigadores de la Universidad de Illinois, por ejemplo, están explorando el uso de Caldanaerobius polysaccharolyticus en su calidad de bacteria termofílica o amante del calor.

Las azúcares pentosas han sido siempre un problema particularmente preocupante. Encontrar un microorganismo capaz de metabolizar azúcares pentosas, que contengan cinco moléculas de carbono, a través de la fermentación, sin ningún proceso adicional, ha sido un desafío para los científicos.

Aunque se han desarrollado algunas cepas de levadura genéticamente modificadas con capacidad de fermentar azúcares, las mismas no han sido trabajadas a mayor escala como sería necesario para lograr un proceso de fabricación industrial comercialmente viable.

Puesto que la biomasa es una materia prima abundante, se podría utilizar como combustible renovable. La paja, el salvado de trigo, el rastrojo de maíz y los residuos de madera se encuentran entre los residuos agrícolas potenciales que se podrían convertir en combustible. La utilización de materiales que los humanos o el ganado no podrían consumir en el proceso también es muy importante ya que elimina las preocupaciones acerca del uso de plantas como el maíz, que según sus detractores es un desperdicio.

Thevelein afirmó “nuestras nuevas cepas de levadura llegan en un buen momento porque toda la industria de biocombustibles de segunda generación claramente está en la actualidad un poco más cerca de convertirse en económicamente viable. Estamos trabajando a plena capacidad para mejorar aún más nuestras cepas de levadura con el fin de seguir aumentando la eficiencia de las fermentaciones, y de esta manera esperamos fortalecer aún más nuestra posición de liderazgo en este floreciente sector industrial”.