Científicos brasileños desarrollan cuatro nuevas variedades de algodón modificado genéticamente

La empresa estatal brasileña EMBRAPA (Empresa Brasileira de investigación Agropecuaria) ha desarrollado cuatro nuevas variedades de algodón transgénico resistentes al glifosato y que permite un aumento en la productividad de la fibra del algodón.
La empresa estatal brasileña EMBRAPA (Empresa Brasileira de investigación Agropecuaria) ha desarrollado cuatro nuevas variedades de algodón transgénico resistentes al glifosato y que permite un aumento en la productividad de la fibra del algodón.

Éstas son las primeras variedades de algodón transgénico desarrolladas en el país en base a la tecnología Roundup Ready Flex, la segunda generación de organismos genéticamente modificados con tolerancia al glifosato desarrollados por Monsanto.

EMBRAPA es el mayor centro mundial de investigación agropecuaria tropical. Según recoge la webSpanish.people.com.cn, los investigadores brasileños introdujeron el gen que confiere la tolerancia al glifosato a genomas de variedades de algodón desarrolladas en Brasil con técnicas convencionales que ya contaban con ventajas como mayor productividad, resistencia a enfermedades o la producción de fibras de alta calidad.

Las variedades transgénicas obtenidas fueron presentadas en el Noveno Congreso Brasileño del Algodón en Brasil donde se confirmó que éstas estarán a disposición de los productores brasileños en la próxima cosecha. Estas variedades permitirán al agricultor reducir el número de fumigaciones para controlar las plantas dañinas, reduciendo así los costes.

“Con estos transgénicos se está ofreciendo una importante contribución a los productores de algodón, ya que une la genética que confiere la adaptación al ambiente tropical, en términos de productividad, resistencia de enfermedades y calidad de fibra, a la biotecnología que le confiere a las plantas tolerancia a un herbicida de amplio espectro”, explicó Camilo Morello, investigador de la EMBRAPA y uno de los responsables del proyecto.

Las nuevas variedades, según la EMBRAPA, alcanzan una productividad de hasta 4.500 kilos por hectárea de algodón sin semilla en la primera cosecha.