Mark Lynas y el ambientalismo pro-ciencia

El pasado 3 de enero, en la Conferencia Agrícola de Oxford, Mark Lynas  se disculpó por haber sido uno de los fundadores del movimiento anti-OGM. “He descubierto la ciencia”, dijo, “y en el proceso espero haberme convertido en un mejor ambientalista”.

El pasado 3 de enero, en la Conferencia Agrícola de Oxford, Mark Lynas se disculpó por haber sido uno de los fundadores del movimiento anti-OGM. “He descubierto la ciencia”, dijo, “y en el proceso espero haberme convertido en un mejor ambientalista”.
 
Mark Lynas, escritor, periodista y activista ambiental británico, lideró el movimiento contra el uso de los OGM en la agricultura durante la década de los noventa. Al mismo tiempo, se transformó en una de las principales voces de alerta por el cambio climático. Pero para convencer a organizaciones y gobiernos sobre este problema necesitó empaparse de información y respaldarse en evidencias científicas. Al tiempo se dio cuenta de que no estaba haciendo lo mismo con los  OGM, y que su campaña contra los transgénicos formaba parte de lo que él mismo llamó más tarde “ambientalismo anti-ciencia”.

“Para mí, este ambientalismo anti-ciencia se hizo cada vez más incompatible con mi ambientalismo pro-ciencia con respecto al cambio climático. Publiqué mi primer libro sobre el calentamiento global en el 2004, y estaba decidido a hacerlo científicamente creíble y no sólo una colección de anécdotas (…). Me encontré discutiendo con gente que yo consideraba incorregiblemente anti-científica, porque no querían escuchar a los climatólogos y negaban la realidad científica del cambio climático (…). Sin embargo, increíblemente, en este momento en el año 2008 todavía estaba escribiendo diatribas políticas en The Guardian atacando la ciencia de los transgénicos - a pesar de que yo no había hecho ninguna investigación académica sobre el tema y tenía un conocimiento personal bastante limitado (…). Obviamente esta contradicción era insostenible. Así que hice algunas lecturas. Y descubrí que una por una mis queridas creencias sobre los transgénicos eran poco más que leyendas urbanas verdes. Yo había supuesto que aumentaría el uso de productos químicos. Resultó que el algodón y el maíz resistentes a las plagas necesitan menos insecticida. Yo había asumido que los transgénicos sólo beneficiaban a las grandes empresas. Resultó que miles de millones de dólares de beneficios fueron obtenidos por los agricultores al usar menos insumos. Yo había supuesto que la tecnología Terminator le robaba a los agricultores el derecho a guardar semillas. Resultó que los híbridos hicieron eso hace mucho tiempo, y las Terminator nunca sucedieron. Yo había supuesto que nadie quería transgénicos. En realidad lo que ocurrió fue que el algodón Bt fue pirateado en la India y la soja Roundup Ready en Brasil porque los agricultores estaban muy ansiosos por usarlos. Yo había asumido que los transgénicos eran peligrosos. Resultó que eran más seguros y más precisos que el mejoramiento convencional mediante mutagénesis por ejemplo; la ingeniería genética sólo mueve un par de genes, mientras que el mejoramiento convencional se mete con todo el genoma en un modo de prueba y error. Pero, ¿y mezclar genes entre especies no relacionadas? ¿El pescado y el tomate? Resulta que los virus hacen eso todo el tiempo, al igual que las plantas y los insectos e incluso nosotros - se llama flujo génico”.

El texto anterior fue tomado de una traducción al español del discurso original de Lynas, publicada en http://de-avanzada.blogspot.co.uk/2013/01/discurso

17 01 ArgenBio