Bacterias probióticas GM para tratar enfermedades intestinales

El profesor Simon Carding, de la Universidad de East Anglia, ve un futuro interesante para las bacterias probióticas genéticamente modificadas, pensando en que las personas afectadas por lesiones e inflamaciones intestinales podrían usar estas bacterias como aditivo alimentario para curarse.

En su participación en la Reunión Anual de la Sociedad Británica de Gastroenterología, el profesor Carding presentó el resultado de su reciente investigación, que se basa en el uso del azúcar xilano para estimular a las bacterias Bacteroides ovatus GM para que produzcan ciertas proteínas capaces de reparar las células dañadas y frenar al sistema inmune del intestino que causa inflamación y enfermedad. Esto limita el desarrollo de la inflamación y la alteración de la mucosa intestinal, y en particular, le permite al paciente controlar el momento y el tamaño de la dosis, y así tener un efecto más profundo en la enfermedad inflamatoria intestinal.

Las pruebas mostraron que la administración continua de xilano con las bacterias probióticas genéticamente modificadas resulta en una mejora significativa de la colitis, reduce la pérdida de peso, mejora la consistencia de las heces, reduce el sangrado rectal y acelera la curación de las células dañadas del colon.

Según el investigador, "el intestino humano tiene un gran número de bacterias y este trabajo analiza la posibilidad de adaptar lo que existe naturalmente para tratar las enfermedades intestinales. Nuestra investigación muestra claramente el impacto que podrían tener las bacterias modificadas genéticamente sobre la enfermedad inflamatoria intestinal, pero creemos que también podríamos modificar bacterias para tratar otras enfermedades intestinales y producir factores que podrían limitar el crecimiento de tumores en el colon. El potencial de este tipo de aplicaciones es enorme."

La investigación ha culminado la etapa experimental en animales, y se espera poder iniciar las pruebas en pacientes en dos años.

La enfermedad inflamatoria intestinal afecta a una de cada 250 personas en el Reino Unido, con síntomas que incluyen la diarrea con sangre, cansancio general y pérdida de peso.