Genes que podrían ayudar a fabricar etanol a partir de pasturas

Las levaduras genéticamente modificadas con genes de otros hongos podrían ayudar a fabricar etanol a partir de materiales vegetales abundantes, pero difíciles de digerir, como las pasturas y las astillas de madera.

Las levaduras genéticamente modificadas con genes de otros hongos podrían ayudar a fabricar etanol a partir de materiales vegetales abundantes, pero difíciles de digerir, como las pasturas y las astillas de madera.

Los científicos tomaron genes de un hongo que crece habitualmente sobre restos vegetales, y los introdujeron en las levaduras, las mismas que ya se usan para convertir el azúcar en etanol. "Se trata de que el proceso sea más eficiente", indicó Jamie Cate, de la Universidad de California en Berkeley y del Laboratorio Lawrence Berkeley.
El etanol se produce a partir de los azúcares simples que se encuentran en la caña de azúcar o que se obtienen por digestión del almidón del maíz. Pero sería más interesante poder fabricar etanol a partir de fuentes más abundantes y no alimenticias, como hojas y tallos, pasturas, residuos de madera y otros materiales vegetales de más difícil digestión. Pero estos materiales están formados principalmente por celulosa, un hidrato de carbono construido a partir de largas cadenas de azúcares. Para que la levadura pueda usar celulosa, primero se la debe descomponer en azúcares más simples, un proceso que generalmente toma tiempo y que requiere de la adición de enzimas.
Los investigadores descubrieron que el hongo Neospora crassa, que crece sobre materia vegetal muerta, produce dos proteínas diferentes, una que facilita el transporte de la celulosa hacia adentro de las células, y otra que ayuda a digerirla. Así, la introducción de estos genes en las levaduras las vuelve capaces de internalizar y digerir más fácilmente a la celulosa.
En realidad aún hace falta un paso más, ya que la modificación genética permite la digestión de un producto llamado celodextrina, o sea que aún es necesario un paso enzimático, el que convierte a la celulosa en celodextrina, después la levadura genéticamente modificada se encargaría del resto. Sin embargo, aunque aún deba usarse un paso enzimático, se ahorra dinero y tiempo. "Mejoramos el proceso en un 10-20%, las empresas que fabrican enzimas lo mejoran en otro 10-20%, y así entre todos vamos logrando un proceso de producción de etanol que pueda competir con la gasolina", explicaron los científicos.