Brasil podría ahorrar 100 millones de reales por año usando una bacteria GM
Un estudio identifica genes que podrían reducir la necesidad de usar fertilizantes en los cultivos como la caña de azúcar.
Un estudio identifica genes que podrían reducir la necesidad de usar fertilizantes en los cultivos como la caña de azúcar.
La secuenciación del genoma de la bacteria Gluconacetobacter diazotrophicus promete beneficios para la economía y el medio ambiente. Esta bacteria es capaz de captar el nitrógeno del aire y transferirlo a plantas como la caña de azúcar. Con el conocimiento de sus genes, será posible mejorar el desempeño agronómico del cultivo.
Según las estadísticas de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), el uso de esta bacteria podría significar una reducción del 20% al 40% del nitrógeno necesario para el cultivo de la caña de azúcar. Se estima que si el 50% de los actuales 8 millones de hectáreas cultivados adoptan la nueva tecnología, habrá un ahorro aproximado de 120 mil toneladas de fertilizante nitrogenado por año. Esto equivaldría a una reducción de 108 millones de reales por año (unos 60 millones de dólares).
"Al inocular la planta con estas bacterias, aumenta el sistema radicular y por lo tanto también la absorción de nutrientes en el suelo", señala el coordinador de investigaciones de Embrapa Agrobiología, Ivo Baldani. La mejor utilización de los recursos del suelo mejora la productividad y reduce la necesidad de ampliar la frontera agrícola, conservando el medio ambiente.
El investigador Ivo Baldani subraya que no se trata de usar un organismo extraño, ya que Gluconacetobacter diazotrophicus se encuentra comúnmente en los tejidos internos de las plantas. "Esta bacteria es considerada de las buenas, ya que no presenta ningún riesgo para las plantas, animales o seres humanos", informa Baldani. "Lo que hacemos con la ingeniería genética es que sobreexpresan genes que actúan en funciones beneficiosas para la agricultura", añade.
Las perspectivas para el empleo en el campo de la biotecnología son enormes. Según el investigador, en el futuro, se podría usar esta tecnología en otros cultivos. "Creo que el conocimiento se puede transferir a otras plantas, como el maíz - que requiere de mucho nitrógeno - además del arroz y el sorgo", dice Baldani.
El Gluconacetobacter diazotrophicus fue aislado por primera vez por investigadores de la Embrapa Agrobiología en el año 1988.