De la basura al etanol
La compañía Startup Coskata inauguró una planta "semi-comercial" de etanol para mostrar su nueva tecnología. Se trata de un proceso que convierte una gran variedad de materiales, como virutas de madera y basura, en etanol.
Hoy Coskata, ubicada en Warrenville, Illinois, está mostrando que es posible convertir tales materiales en etanol, y a escala comercial. “Esta planta puede producir decenas de miles de galones de etanol por año, que es mucho menos que la cantidad de 20 millones o más necesarios para una planta comercial”, explicó Wesley Bolson, jefe de marketing de Coskata. “Pero se puede usar este mismo equipamiento para la planta comercial”, agregó.
La planta semi-comercial usará biorreactores en los que los microorganismos producirán etanol, pero en niveles más bajos que en la planta comercial.
Coskata es una de las compañías que está desarrollando procesos para hacer etanol a partir de celulosa, con el objetivo de evitar el uso de cultivos como el maíz para este fin. El Gobierno de Estados Unidos estableció que deberían producirse ya el año próximo unos 100 millones de etanol celulósico, para llegar a 16 mil millones en 2022. Pero hasta hoy no hay plantas comerciales en funcionamiento, en parte porque no ha habido inversiones importantes.
Según Bolson, el proceso de Coskata será el más barato de la industria, porque el rendimiento en el proceso es alto.
El proceso se inicia con la gasificación de la material prima para la generación de una mezcla de hidrógeno y monóxido de carbono llamada singas, y que se usa para alimentar al biorreactor donde se multiplican las bacterias del género Clostridium y producen etanol.
La ventaja de la gasificación por sobre otros métodos, como los enzimáticos, es que se puede usar sobre una amplia variedad de materias primas, incluso basura. Además es más barato.