Impacto de la adopción de transgénicos en la economía y agricultura uruguaya

Entre 2004 y 2008, la adopción de cultivos transgénicos aumentó en 480 millones de dólares el valor de la producción agrícola uruguaya, según la estimación de Consultora Agropecuaria SERAGRO.

Entre 2004 y 2008, la adopción de cultivos transgénicos aumentó en 480 millones de dólares el valor de la producción agrícola uruguaya, según la estimación de Consultora Agropecuaria SERAGRO.

El impacto económico de la adopción de cultivos transgénicos en la economía uruguaya, considerando toda la cadena agrícola, se estima en 1.886 millones de dólares en todo el período. Esto implica una cifra anual de 377 millones de dólares, equivalente al 1,4% del PBI. La estimación se basa en la construcción de escenarios hipotéticos sin adopción de transgénicos para los casos de la soja y el maíz, tomándose el impacto como la diferencia entre dichos escenarios y la trayectoria real ocurrida en la producción de ambos cultivos.

A partir del impacto en la fase agrícola, se aplicó una matriz insumo/producto de la economía uruguaya para estimar el impacto general en la economía nacional, considerando las inversiones que implica la mayor producción agrícola generada por los transgénicos y los encadenamientos (sinergias) en toda la economía (transporte, industria, servicios, etc.).

Un mayor rendimiento por mejor control de malezas, menores costos directos de producción y la simplificación en la gestión del cultivo, fueron las principales causas para la adopción de la soja transgénica por parte de los productores, según el estudio.

En el caso del maíz, las principales causas que motivaron la adopción de maíz transgénico fueron: más rendimiento, control de plagas más sencillo y seguro, y mayor flexibilidad del momento de cosecha.
Por estas razones, se estimó que la evolución de la superficie y la producción de soja y maíz habrían estado por debajo de lo realmente ocurrido, en caso de no haber estado disponibles los transgénicos aprobados en el país. Esa evolución hipotética (escenario sin transgénicos) se cuantifica en base a una serie de supuestos en cuanto a evolución de área y rendimientos.

El trabajo destaca que el escenario real (con adopción de transgénicos de soja y maíz) es un escenario de “adopción restringida” de materiales transgénicos, dado que operó en los últimos años una moratoria. La misma impidió la adopción de otros eventos transgénicos, que hoy son de uso generalizado, por ejemplo, en Argentina. De tal manera que hoy, tanto Argentina como Brasil tienen más eventos aprobados que Uruguay.Según el estudio de Consultora SERAGRO, en la medida que el nuevo marco regulatorio para la adopción de transgénicos funcione efectivamente, puede esperarse una creciente incorporación de nuevos eventos. A nivel global hay una permanente oferta de nuevos materiales, parte de los cuales son de especial interés para las condiciones locales.

En lo inmediato, el cultivo donde se esperan mayor adopción de nuevos eventos transgénicos es el maíz. Ya existe oferta internacional de maíces resistentes a herbicidas y a sequía, los que tendrían alto impacto en Uruguay, en especial en sectores como el lechero.

A largo plazo, se esperan nuevos desarrollos en trigo y otros cultivos, así como en forrajeras (alfalfa resistente a glifosato y trigo resistente a Fusarium, por ejemplo). En este marco, Uruguay tendrá nuevas oportunidades de negocios, como la producción de semilla con nuevos eventos transgénicos de contraestación.

Finalmente, el estudio concluye que Uruguay tuvo un vigoroso proceso de incorporación de transgénicos en su producción agrícola, los cuales solucionaron importantes problemas productivos y contribuyeron al crecimiento del sector. Esto tuvo un importante impacto en la economía y el empleo.

Según el estudio “la adopción de transgénicos es relevante para un desarrollo competitivo de la agricultura. Las soluciones que aporta la biotecnología a través de eventos transgénicos, cubren un abanico muy amplio de aplicaciones”. Agrega que “dada la complejidad de los sistemas productivos uruguayos y considerando que la agricultura en Uruguay tiene limitaciones mayores respecto a las zonas agrícolas centrales en el mundo (Pampa argentina o Planicies de EEUU), es clave que tenga acceso a las innovaciones de última generación en este campo, siempre que se cumplan criterios de seguridad científicamente fundamentados. Este enfoque no se limita solamente a la producción de granos, sino que alcanza también los forrajes para la producción de carne y leche, y otros productos agropecuarios”.

“Con este escenario, es clave para la competitividad y productividad de la producción primaria tener un acceso permanente a las últimas innovaciones biotecnológicas, con la condición de que se evalúe el riesgo en base a criterios estrictamente científicos”. El estudio agrega que “los eventos transgénicos pueden cumplir un rol relevante en mejorar la sostenibilidad de los sistemas de producción”.

 

 

 

17 03 Cámara Uruguaya de Semillas