Los consumidores de la UE compran comestibles etiquetados modificados genéticamente

Hay como mínimo 69 productos de alimentación a la venta en Europa etiquetados que contienen ingredientes modificados genéticamente. Este es una de los resultados de un estudio hecho sobre 10 mercados europeos. El estudio muestra que, donde están disponibles, los consumidores los compran.

Hay como mínimo 69 productos de alimentación a la venta en Europa etiquetados que contienen ingredientes modificados genéticamente. Este es una de los resultados de un estudio hecho sobre 10 mercados europeos. El estudio muestra que, donde están disponibles, los consumidores los compran.

En septiembre de 2003, la regulación 1829/2003 de la UE entró en vigor requiriendo el etiquetado de los ingredientes derivados de modificaciones genéticas en productos alimenticios. El presente estudio titulado: “La elección de los consumidores” estudió si los consumidores compran productos etiquetados modificados genéticamente cuando están a su alcance en el entorno comercial familiar de un supermercado o la tienda de limentación de la esquina.

En la pasada década ha habido muchas encuestas de opinión preguntando a los consumidores que harían si se les presentara la oportunidad de comprar productos que contengan ingredientes modificados genéticamente. Algunas personas que compran productos etiquetados modificados genéticamente dicen que ellos no los compran mientras que otros piensan que los compran cuando en realidad no lo hacen. El estudio “La elección de los consumidores” de hace dos años se lanzó a encontrar como se comportan los consumidores actualmente en diez mercados europeos: República Checa, Estonia, Grecia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Eslovenia, España, Suecia y Reino Unido. En dos de los diez mercados – Grecia y Eslovenia- no hay productos etiquetados modificados genéticamente a la venta. La mayoría de los productos etiquetados modificados genéticamente a la venta en los ocho mercados restantes son aceites para cocinar y margarinas derivadas de soja modificada genéticamente, pero otros productos en oferta incluyen palomitas, palitos de pescado, galletas, mayonesa y barritas de chocolate. Una marca de cerveza modificada genéticamente está a la venta en algunos restaurantes suecos.Como requiere la ley, de etiquetado, la información sobre el contenido de OMGs aparece en la parte de atrás de los envases en la lista de ingredientes. Las frases más frecuentes son: “Contiene organismos modificados genéticamente” o “Hecho a partir de soja modificada genéticamente”. Los productos etiquetados modificados genéticamente como el aceite de soja no contienen ningún material transgénico, pero como son derivados de materias primas modificadas genéticamente deben estar etiquetados como tal.

El uso de “libre de modificación genética” es más común en Alemania, Polonia y Suecia. Está prohibido en los Países Bajos. En otros países las explicaciones que se hacen a veces dan rodeos por ejemplo: “no contiene materia prima modificada genéticamente”. Un total de 285 productos etiquetados en esta línea fueron identificados en el estudio, principalmente derivados de la soja. La mayor variedad de productos etiquetados modificados genéticamente fueron ofertados en la República Checa (27 productos), seguida de los Países Bajos (18), Estonia (13), España (6), Reino Unido (3), Polonia (1) y Alemania (1). Suecia, Grecia y Eslovenia ofrecían productos etiquetados no modificados genéticamente a la venta en las tiendas de alimentación.

Un análisis realizado en enero de 2008 sobre el actual y reclamado comportamiento al ir de compras de 41,000 consumidores de 5 de los mercados que venden productos
etiquetados modificados genéticamente enseña que el 13,7% de los compradores en la República Checa, 11% en los Países Bajos, el 2,7% en Polonia y el 2% en España han comprado algún producto etiquetado que contiene modificación genética en los 12 meses anteriores. Aunque hay tres productos etiquetados modificados genéticamente en Reino Unido, ninguno de ellos fue recogido en el análisis.

El 20% de los consumidores que compraron productos etiquetados modificados genéticamente en los 12 meses
anteriores eran conscientes que los compraban. Sin embargo, el 48% de las personas que compraron productos etiquetados modificados genéticamente pensaron que no los habían comprado. Esto indica que algunos consumidores no leyeron las etiquetas detenidamente, no las entendieron, o no se preocuparon de si compraban productos modificados genéticamente. El 30% de los consumidores que compraron productos etiquetados modificados genéticamente no sabían
si los habían comprado o no.

Este estudio revela que, a pesar de lo que afirma la gente en las encuestas de opinión, la mayoría no evita activamente los alimentos modificados genéticamente en las tiendas de alimentación, sugiriendo que no están muy preocupados por el tema de la modificación genética –dijo el profesor del King´s Collage de Londres, Vivian Moses, coordinador del proyecto. El informe completo se encuentra en: http://www.kcl.ac.uk/schools/biohealth/research/nutritional/
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