“La UE debe revisar las restricciones para las importaciones”
El sistema de la Unión Europea para importar alimentos para aves y ganado, preparados a partir de cultivos transgénicos, ha sido criticado duramente como “desequilibrado y discriminatorio”.
El sistema de la Unión Europea para importar alimentos para aves y ganado, preparados a partir de cultivos transgénicos, ha sido criticado duramente como “desequilibrado y discriminatorio”. Así lo cree Neil Parish, director del Comité del Parlamento Europeo sobre Agricultura y Desarrollo Rural. Parish le ha solicitado a la Comisión Europea revisar su política de tolerancia cero para la importación de alimentos para animales que contengan trazas de soja o maíz genéticamente modificados. El Parlamento aparece como un importante aliado de los productores ganaderos, que hoy tienen que pagar más por el forraje debido a las restricciones a las importaciones. Según un diario irlandés, el Irish Examiner, los agricultores irlandeses son los más afectados porque dependen más de las importaciones de alimentos para animales que los otros países europeos, con más del 50% de los ingredientes para alimentación animal importados. Irónicamente, Irlanda es uno de los estados miembro que más restringe las importaciones. Sin embargo, Parish señala que los consumidores de la UE reciben carne importada, y que el 90% de esta carne proviene de animales alimentados con cultivos transgénicos, muchos de ellos aún no aprobados en la UE. Los productores ganaderos tienen que competir con estas importaciones, sin la posibilidad de acceder a millones de toneladas de granos transgénicos de Estados Unidos, Canadá, Argentina y Brasil. Parish explica también que cualquier embarque que llega a la UE desde esos destinos es cuidadosamente examinado, y que si se detecta al menos una traza de contaminación con un cultivo no aprobado por la UE, es enviado de vuelta. “No estoy diciendo que las importaciones deben ser libres para cualquier OGM, sino que debemos establecer un umbral razonable para la presencia de transgénicos en un cargamento no GM. Dudo que los países exportadores puedan cumplir con la tolerancia cero, por el contrario, los alimentos libres de OGM van a escasear, y los productores deberán pagar más. Si seguimos así terminaremos exportando nuestra propia industria fuera de la UE”, concluyó Parish.