Usan microbios para dar luz y recargar baterías
La fascinación de un profesor de biología de la Universidad de Harvard por los microbios del fondo del mar llevó al desarrollo de un sistema revolucionario y barato para producir energía eléctrica a partir de basura, compost, y otros desechos. Se trata de Peter Girguis, quien creó una pila de combustible que funciona a partir de la actividad anaerobia natural de los microbios.
La fascinación de un profesor de biología de la Universidad de Harvard por los microbios del fondo del mar llevó al desarrollo de un sistema revolucionario y barato para producir energía eléctrica a partir de basura, compost, y otros desechos. Se trata de Peter Girguis, quien creó una pila de combustible que funciona a partir de la actividad anaerobia natural de los microbios. Las pilas pueden fabricarse por apenas unos dólares, o sea que es una manera muy barata de producir energía eléctrica, que puede servir para dar luz o para recargar las baterías de teléfonos celulares y otros aparatos. Según Girguis, los científicos vienen estudiando a los microbios como pilas desde hace décadas, pero el desafío era poder hacer dispositivos lo suficientemente baratos para ser aprovechados por todos. El punto crucial fue descubrir que estas pilas no necesitaban materiales muy sofisticados ni de calidad de laboratorio. Por lo tanto, podían construirse con materiales más baratos y así bajar los costos de producción. En estas pilas, las bacterias anaerobias metabolizan su alimento en un ambiente libre de oxígeno, produciendo electrones que impactan en el material que las rodea. Introduciendo un electrodo, esos electrones pueden almacenarse para crear una pequeña corriente eléctrica. Las pilas de Girgui usan un electrodo, cables y una pequeña placa de circuito del tamaño de un mazo de naipes. La electricidad viaja desde el electrodo de adentro del circuito hasta dos salidas del otro lado. Una puede proveer energía eléctrica para lamparitas, mientras que la otra puede servir para recargar un teléfono celular.