Cultivos capaces de silenciar genes de los insectos plaga
Un equipo de científicos de la empresa Monsanto consiguió crear plantas que matan a los insectos plaga al impedirles que expresen ciertos genes. Los cultivos, que se defenderían de las plagas a través de la estrategia conocida como ARN de interferencia (ARNi), constituyen una nueva alternativa a los cultivos transgénicos con proteínas insecticidas (Bt).
Un equipo de científicos de la empresa Monsanto consiguió crear plantas que matan a los insectos plaga al impedirles que expresen ciertos genes. Los cultivos, que se defenderían de las plagas a través de la estrategia conocida como ARN de interferencia (ARNi), constituyen una nueva alternativa a los cultivos transgénicos con proteínas insecticidas (Bt). El método afectaría a genes particulares, por eso los científicos creen que estas plantas serían seguras y no tendrían efectos sobre otros insectos. Aunque aún hay muchos experimentos por hacer, los científicos coinciden en que estos cultivos no tendrían efectos adversos en humanos y otros animales. La interferencia por ARN ocurre naturalmente en animales, desde gusanos a humanos. Es un proceso por el cual moléculas de ARN de doble cadena impiden la traducción de los genes en proteínas. Las plantas genéticamente modificadas llevan entonces secuencias de ADN que al ser transcriptas originan moléculas de ARN de cadena doble, capaces de impedir la expresión de determinado gen del insecto. Los dos artículos publicados en la revista Nature Biotechnology de esta semana muestran que en ciertos insectos, la sola ingestión del ARN de cadena doble es suficiente para silenciar los genes de interés. "Hace tiempo que se viene probando esto, pero hasta ahora sin éxito', declaró Karl Gordon, investigador en entomología de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth en Canberra, Australia. Según el científico, es la primera vez que se demuestra que el silenciamiento génico podría usarse para el control de plagas. Por un lado, los científicos de la Academia de Ciencias China obtuvieron un algodón transgénico que silencia genes que normalmente le permiten a las larvas procesar el gosipol, una toxina que tiene el algodón para defenderse. Cuando las larvas se alimentan de este algodón, como no pueden fabricar a las proteínas que procesan el gosipol, mueren (ver la noticia en este boletín). Por otro lado, científicos de Monsanto y Devgen, una compañía belga, consiguieron plantas de maíz transgénicas capaces de silenciar genes esenciales para la producción de energía en larvas de coleópteros: la ingestión de este maíz mata a las larvas en 12 días. Esta estrategia podría usarse en forma complementaria con los cultivos Bt, ya sea en el caso en que éstos no pueden controlar cierta plaga en particular o bien para evitar la aparición de resistencia en los insectos. 'Necesitamos una alternativa para evitar la resistencia a Bt', explicó Abhaya Dandekar, profesor de pomología (estudio de frutos) de la Universidad de California en Davis. 'El ARNi es atractivo porque los insectos no podrán desarrollar fácilmente resistencia a la tecnología', agregó.