Raíces en cabellera como fábricas de biofármacos
Investigadores de la Universidad Rice en Estados Unidos dieron un gran paso para explotar el enorme potencial de las “raíces en cabellera” (hairy roots) como fábricas de biofármacos, aditivos alimentarios y otras moléculas de interés industrial. El trabajo está disponible online y aparecerá publicado en el número de noviembre/diciembre de la revista Biotechnology Progress, de la Sociedad Americana de Química.
Investigadores de la Universidad Rice en Estados Unidos dieron un gran paso para explotar el enorme potencial de las “raíces en cabellera” (hairy roots) como fábricas de biofármacos, aditivos alimentarios y otras moléculas de interés industrial. El trabajo está disponible online y aparecerá publicado en el número de noviembre/diciembre de la revista Biotechnology Progress, de la Sociedad Americana de Química. "Las especies de vinca (planta herbácea, en inglés periwinkle) que estudiamos producen una amplia gama de alcaloides, entre los que se incluyen las drogas contra el cáncer vincristina y vinblastina," explicó Ka-Yiu San, uno de los autores. "Las raíces en cabellera presentan muchas ventajas sobre los cultivos de células para producir este tipo de compuestos”. Las raíces en cabellera son un tipo de tumor que se forma cuando las plantas son infectadas por la bacteria del suelo Agrobacterium rhizogenes. Por inserción de un gen específico en la bacteria, los científicos pueden lograr que el gen se integre al ADN de la planta. Finalmente, el hospedador desarrolla un sistema de raíces finas y enruladas cerca del sitio de la infección. Estas raíces en cabellera son transgénicas, es decir, contienen tanto los genes de la planta como el gen nuevo. Los científicos creen que pueden crear raíces en cabellera capaces de fabricar el producto correspondiente al gen introducido, en grandes cantidades, y de una forma mucho más simple y estable que con las células en cultivo. En el nuevo estudio, San y sus colaboradores describen los métodos que usaron para mantener a las raíces en cabellera vivas por años. Infectaron una planta de vinca con bacterias que contenían un gen que producía una proteína fluorescente. Transfiriendo las puntas de las raíces a un medio de cultivo fresco cada 4 semanas, consiguieron mantener el cultivo de raíces, las cuales conservaban el gen de la fluorescencia. La idea ahora es modificar genéticamente las vías metabólicas en las raíces de vinca para que produzcan más vincristina y vinblastina, para luego poder producir estos compuestos en raíces en cabellera.