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En Gatersleben (Saxony-Anhalt) hay planes para ensayar en campo arvejas modificadas genéticamente. Fueron desarrolladas por Novoplant, una pequeña compañía biotecnológica. En Gatersleben (Saxony-Anhalt) hay planes para ensayar en campo arvejas modificadas genéticamente. Fueron desarrolladas por Novoplant, una pequeña compañía biotecnológica. Si la prueba de concepto resulta, la idea es mezclar estas arvejas con la comida para cerdos, con el fin de prevenir infecciones intestinales en estos animales. No es la primera vez que se ensayan plantas transgénicas que producen fármacos en Alemania. El año pasado hubo un ensayo cerca de Rostock, en el que se probaron varias líneas de papa transgénica, una de ellas producía una sustancia que protegía a los conejos de cierta enfermedad viral. Como en la Unión Europea está prohibido mezclar antibióticos en la comida de los animales, los científicos están desarrollando nuevas estrategias para prevenir las enfermedades bacterianas. Novoplant está probando la estrategia de alimentar a los cerdos con alguna planta que haya fabricado anticuerpos contra un cierto agente infeccioso. Cuando estas plantas transgénicas se mezclan con el alimento, los animales ingieren los anticuerpos. Los anticuerpos, una vez en el animal, previenen la unión del patógeno a la pared intestinal. Así, los anticuerpos fabricados, en este caso, en las arvejas, actúan inmunizando al animal en forma pasiva. Novoplant logró estas arvejas insertando en su genoma una serie de genes que permiten la fabricación en el poroto de lo que se llama un 'anticuerpo de cadena simple', que a pesar de su simplicidad estructural, conserva la capacidad de unirse al patógeno o al antígeno en cuestión.