Brasil: avances en el uso de bioinsecticidas basados en virus

Los insecticidas juegan un papel importante en el desarrollo de la producción agrícola, principalmente en el manejo integrado de plagas y en la agricultura sostenible. Sin embargo, la tendencia es ir reduciendo la cantidad de insecticidas químicos, ya que algunos pueden ser tóxicos para la salud y su uso continuado favorece la aparición de resistencia en los insectos. Los insecticidas juegan un papel importante en el desarrollo de la producción agrícola, principalmente en el manejo integrado de plagas y en la agricultura sostenible. Sin embargo, la tendencia es ir reduciendo la cantidad de insecticidas químicos, ya que algunos pueden ser tóxicos para la salud y su uso continuado favorece la aparición de resistencia en los insectos. Por eso el empleo de microorganismos, como los virus, surge como una alternativa interesante para el control de los insectos plaga. Se trata de los baculovirus, que infectan principalmente a insectos lepidópteros y son seguros para el hombre y demás vertebrados, debido a su alta especificidad. En Brasil se usa el bioinsecticida baculovirus anticarsia (AgMNPV) en más de dos millones de hectáreas de soja, para controlar a la oruga de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis), lo que representa el mejor empleo de este tipo de insecticidas a nivel mundial. Otro virus con un gran potencial es el baculovirus spodoptera, para el control del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en el maíz. La producción comercial del virus generalmente se hace infectando a las mismas larvas, un proceso muy trabajoso y difícil de reproducir en condiciones de laboratorio. Más recientemente, los avances de las técnicas de cultivos de células de insectos han permitido la reproducción de los virus de una manera más fácil y a mayor escala. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, la producción suele complicarse por la aparición de variaciones genéticas en los virus durante los sucesivos pasajes en las células. Actualmente los investigadores de EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria) están optimizando este proceso con el fin de poder producir grandes cantidades de virus efectivos en el laboratorio usando células de insecto en cultivo.