Desarrollan planta transgénica capaz de producir fármaco contra la malaria
Un equipo internacional de científicos ha descubierto un gen que permite duplicar la producción de artemisinina en la planta Artemisia annua. Esto les ha permitido obtener, a través de ingeniería genética, plantas de Artemisia annua genéticamente modificadas que producen el doble de artemisinina.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto un gen que permite duplicar la producción de artemisinina en la planta Artemisia annua. Esto les ha permitido obtener, a través de ingeniería genética, plantas de Artemisia annua genéticamente modificadas que producen el doble de artemisinina.
La planta Artemisia annua se ha utilizado durante más de 2.000 años en la medicina tradicional china para tratar las fiebres intermitentes. Hoy en día, la molécula de artemisinina, el ingrediente activo sintetizado en los pelos microscópicos de esta planta, es el principal componente de los tratamientos de la malaria en todo el mundo. De hecho, el científico chino Youyou Tu fue galardonado en 2015 con el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la artemisinina y su aplicación en terapias contra la malaria. La terapia combinada basada en artemisinina (ACT) es el tratamiento estándar para la malaria en todo el mundo, avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, un equipo internacional de científicos ha descubierto un gen que permite duplicar la producción de artemisinina en la planta Artemisia annua. Esto les ha permitido obtener, a través de ingeniería genética, plantas de Artemisia annua genéticamente modificadas que producen el doble de artemisinina. El estudio publicado en The Plant Journal, representa un importante paso hacia la reducción de los costos de producción de artemisinina. El trabajo identifica un gen implicado en la formación de tricomas vegetales y en la síntesis de terpenos, como la artemisinina.
La investigadora Soraya Pelaz, autora principal del artículo, afirma que “hemos descubierto que el gen AaMYB1 tiene una doble función: promueve la formación de tricomas en las hojas y la síntesis de artemisinina dentro de los tricomas (…) Al manipular este gen, hemos logrado cultivar plantas que contienen mucha más artemisinina que sus homólogos convencionales”. Observando que el 90% de los casos de malaria y el 92% de las muertes causadas por esta enfermedad ocurren en el África subsahariana, este hallazgo podría ser un paso importante para reducir los costos de producción de un medicamento tan necesario.
La planta Artemisia annua se ha utilizado durante más de 2.000 años en la medicina tradicional china para tratar las fiebres intermitentes. Hoy en día, la molécula de artemisinina, el ingrediente activo sintetizado en los pelos microscópicos de esta planta, es el principal componente de los tratamientos de la malaria en todo el mundo. De hecho, el científico chino Youyou Tu fue galardonado en 2015 con el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la artemisinina y su aplicación en terapias contra la malaria. La terapia combinada basada en artemisinina (ACT) es el tratamiento estándar para la malaria en todo el mundo, avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora, un equipo internacional de científicos ha descubierto un gen que permite duplicar la producción de artemisinina en la planta Artemisia annua. Esto les ha permitido obtener, a través de ingeniería genética, plantas de Artemisia annua genéticamente modificadas que producen el doble de artemisinina. El estudio publicado en The Plant Journal, representa un importante paso hacia la reducción de los costos de producción de artemisinina. El trabajo identifica un gen implicado en la formación de tricomas vegetales y en la síntesis de terpenos, como la artemisinina.
La investigadora Soraya Pelaz, autora principal del artículo, afirma que “hemos descubierto que el gen AaMYB1 tiene una doble función: promueve la formación de tricomas en las hojas y la síntesis de artemisinina dentro de los tricomas (…) Al manipular este gen, hemos logrado cultivar plantas que contienen mucha más artemisinina que sus homólogos convencionales”. Observando que el 90% de los casos de malaria y el 92% de las muertes causadas por esta enfermedad ocurren en el África subsahariana, este hallazgo podría ser un paso importante para reducir los costos de producción de un medicamento tan necesario.