El Consejo de Estado francés dictamina por segunda vez que la prohibición sobre el maíz MON810 es ilegal
El Consejo de Estado francés ha revocado el decreto gubernamental que prohíbe desde marzo de 2012 cultivar en territorio francés semillas de maíz modificado genéticamente MON810. Es el segundo revés legal a las restricciones francesas sobre el maíz BT en cinco años. El Consejo de Estado ha declarado que la moratoria impuesta sobre el MON810 desde marzo de 2012 no cumple con el derecho comunitario.
El Consejo de Estado francés ha revocado el decreto gubernamental que prohíbe desde marzo de 2012 cultivar en territorio francés semillas de maíz modificado genéticamente MON810. Es el segundo revés legal a las restricciones francesas sobre el maíz BT en cinco años. El Consejo de Estado ha declarado que la moratoria impuesta sobre el MON810 desde marzo de 2012 no cumple con el derecho comunitario.
La institución gala explica que de acuerdo con la legislación europea vigente, la cláusula de salvaguarda sobre cultivos modificados genéticamente puede ser invocada por un Estado miembro sólo en el caso de urgencia y siempre que exista una situación real de riesgo para la salud humana, o animal, o para el medio ambiente. Ninguno de estos casos era aplicable al maíz MON810 ya que el Ministerio de Agricultura galo no ha aportado elementos fundamentados sobre “datos científicos fiables que permitan determinar la existencia de un riesgo”.
Esta prohibición fue impuesta después de una moratoria anterior establecida en marzo de 2008. Ya en noviembre de 2011, el Consejo de Estado francés confirmó que la prohibición del cultivo de maíz transgénico impuesta en Francia era ilegal, declaración ésta que corroboraba la emitida en septiembre del mismo año por el Tribunal de Justicia Europeo (TJE), que catalogó esta restricción de ilícita. Ambos estamentos coincidieron en que el Gobierno francés no había presentado ninguna evidencia científica que justificara riesgo alguno para la salud o el medio ambiente de este cultivo.
Sólo la Unión Europea tiene competencias para prohibir el cultivo de transgénicos, por lo que el Gobierno francés no tenía, ni tiene autoridad, para prohibir su cultivo ni pedir dicha restricción en base a riesgos no evidenciados. Sin embargo y, en declaración conjunta, el ministro de Agricultura Stéphane Le Foll y el ministro de Ecología Philippe Martin han anunciado que las autoridades tomarían una nueva decisión sobre MON810 antes de la próxima temporada de siembra en abril de 2014.
Los agricultores
Un aspecto importante es que la prohibición y el freno a la innovación agrícola que las Autoridades Francesas están realizado cuenta con el desacuerdo de los productores de maíz franceses (AGPM) y muchos agricultores, que conjuntamente decidieron apelar la prohibición de MON810 en Francia. Los agricultores franceses piensan que estas decisiones, sin base científica, coartan su libertad de elección y afectan a su competitividad.
Antes de la prohibición, Francia sembraba ya 21.000 hectáreas de maíz modificado genéticamente y era el segundo país europeo detrás de España con mayor superficie dedicada al cultivo de estas semillas. Durante los últimos 17 años los cultivos transgénicos han ido expandiéndose por todo el mundo hasta convertirse en la primera opción de siembra de 17,3 millones de agricultores que, sólo en 2012, cultivaron más de 170 millones de hectáreas.
La Unión Europea, continúa sin tomar decisiones basadas en las evaluaciones científicas y en el vagón de cola en superficie cultivada, pero volvió a registrar récord de siembra en 2012 con 129.071 hectáreas sembradas de maíz MON810 en España, Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumanía. Estos resultados ponen de manifiesto el interés de los agricultores y el valor que aporta la tecnología en aquellos países donde las decisiones de cultivo se han apoyado en criterios científicos.
La institución gala explica que de acuerdo con la legislación europea vigente, la cláusula de salvaguarda sobre cultivos modificados genéticamente puede ser invocada por un Estado miembro sólo en el caso de urgencia y siempre que exista una situación real de riesgo para la salud humana, o animal, o para el medio ambiente. Ninguno de estos casos era aplicable al maíz MON810 ya que el Ministerio de Agricultura galo no ha aportado elementos fundamentados sobre “datos científicos fiables que permitan determinar la existencia de un riesgo”.
Esta prohibición fue impuesta después de una moratoria anterior establecida en marzo de 2008. Ya en noviembre de 2011, el Consejo de Estado francés confirmó que la prohibición del cultivo de maíz transgénico impuesta en Francia era ilegal, declaración ésta que corroboraba la emitida en septiembre del mismo año por el Tribunal de Justicia Europeo (TJE), que catalogó esta restricción de ilícita. Ambos estamentos coincidieron en que el Gobierno francés no había presentado ninguna evidencia científica que justificara riesgo alguno para la salud o el medio ambiente de este cultivo.
Sólo la Unión Europea tiene competencias para prohibir el cultivo de transgénicos, por lo que el Gobierno francés no tenía, ni tiene autoridad, para prohibir su cultivo ni pedir dicha restricción en base a riesgos no evidenciados. Sin embargo y, en declaración conjunta, el ministro de Agricultura Stéphane Le Foll y el ministro de Ecología Philippe Martin han anunciado que las autoridades tomarían una nueva decisión sobre MON810 antes de la próxima temporada de siembra en abril de 2014.
Los agricultores
Un aspecto importante es que la prohibición y el freno a la innovación agrícola que las Autoridades Francesas están realizado cuenta con el desacuerdo de los productores de maíz franceses (AGPM) y muchos agricultores, que conjuntamente decidieron apelar la prohibición de MON810 en Francia. Los agricultores franceses piensan que estas decisiones, sin base científica, coartan su libertad de elección y afectan a su competitividad.
Antes de la prohibición, Francia sembraba ya 21.000 hectáreas de maíz modificado genéticamente y era el segundo país europeo detrás de España con mayor superficie dedicada al cultivo de estas semillas. Durante los últimos 17 años los cultivos transgénicos han ido expandiéndose por todo el mundo hasta convertirse en la primera opción de siembra de 17,3 millones de agricultores que, sólo en 2012, cultivaron más de 170 millones de hectáreas.
La Unión Europea, continúa sin tomar decisiones basadas en las evaluaciones científicas y en el vagón de cola en superficie cultivada, pero volvió a registrar récord de siembra en 2012 con 129.071 hectáreas sembradas de maíz MON810 en España, Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumanía. Estos resultados ponen de manifiesto el interés de los agricultores y el valor que aporta la tecnología en aquellos países donde las decisiones de cultivo se han apoyado en criterios científicos.