Cianobacterias genéticamente modificadas para fabricar compuestos químicos industriales

Investigadores de la Universidad de California usaron la ingeniería genética para crear nuevas rutas metabólicas en las cianobacterias de modo de producir eficientemente compuestos de importancia industrial, como el 2,3 butanodiol, empleado para hacer pinturas, disolventes, plásticos y combustibles.

Investigadores de la Universidad de California usaron la ingeniería genética para crear nuevas rutas metabólicas en las cianobacterias de modo de producir eficientemente compuestos de importancia industrial, como el 2,3 butanodiol, empleado para hacer pinturas, disolventes, plásticos y combustibles.   

Según Shota Atsumi, profesor de la Universidad de California en Davis y autor principal del estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la mayoría de las materias primas químicas provienen del petróleo y del gas natural, y es necesario contar con otras fuentes.  

El Departamento de Energía de EE.UU. se fijó el objetivo de obtener en 2025 la cuarta parte de los productos químicos industriales a partir de procesos biológicos.

En el proceso biológico de la fotosíntesis se forman enlaces carbono-carbono de modo eficiente, usando dióxido de carbono como materia prima y la luz solar. Las cianobacterias, también conocidas como algas verde-azules, vienen realizando este proceso desde hace más de 3 millones de años. El desafío es conseguir que las cianobacterias produzcan cantidades significativas de compuestos que se puede convertir fácilmente en materias primas químicas. Con el apoyo de la empresa de productos químicos japonesa Asahi Kasei Corp., el laboratorio de Atsumi en UC Davis estuvo trabajando en la introducción de nuevas rutas metabólicas para la síntesis de compuestos químicos determinados en las cianobacterias.

A partir de bases de datos disponibles on line, los investigadores identificaron genes de enzimas capaces de llevar a cabo las reacciones que estaban buscando, y luego introdujeron estos genes por ingeniería genética en las cianobacterias. De esta manera, construyeron dentro de estas algas una vía nueva de tres pasos que permite convertir el dióxido de carbono en 2,3 butanodiol, una sustancia química que se puede utilizar para hacer pinturas, disolventes, plásticos y combustibles.

Luego de cultivar a las cianobacterias durante tres semanas, obtuvieron 2,4 gramos de 2,3 butanodiol por litro de cultivo - una productividad más alta que las logradas hasta hoy en cianobacterias para productos de interés comercial.


Tomado de Biology News
Enero ArgenBio