Embrapa desarrolla lechuga enriquecida en ácido fólico

El desarrollo podría servir para aumentar los niveles de ácido fólico en la dieta y de esta manera ayudar a prevenir daños en el desarrollo del tubo neural durante la gestación. El desarrollo podría servir para aumentar los niveles de ácido fólico en la dieta y de esta manera ayudar a prevenir daños en el desarrollo del tubo neural durante la gestación.

El ácido fólico o folato (también conocido como vitamina B9) es en realidad un grupo de compuestos esenciales para el organismo que participa en la síntesis de moléculas tan importantes como los nucleótidos (que forman parte del ADN y el ARN), algunos aminoácidos y vitaminas. El folato también es esencial para la formación de glóbulos rojos y blancos, y su deficiencia causa anemia y otros trastornos hematológicos. Además, se sabe que la ingesta de folatos previene daños en el desarrollo del tubo neural durante la gestación, como la anencefalia (una de las anomalías del tubo neural más comunes y que ocurre en 1 de cada 10.000 nacimientos).

En Brasil la prevalencia de nacimientos de bebés con anencefalia es alta, cerca de 1.800 casos por año, y aunque probablemente se deban a una combinación de factores genéticos y ambientales, los desarrollos dirigidos a aumentar la ingesta de ácido fólico resultarán sin duda beneficiosos. En este sentido Embrapa (Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria), a través de su unidad de Recursos Genéticos y Biotecnología, está trabajando en la generación de lechuga genéticamente modificada enriquecida en ácido fólico.

En una entrevista con el CIB (Consejo para la Información de la Biotecnología), el Dr. Francisco Aragão contó los detalles del proyecto.

Según el investigador, eligieron la lechuga porque es una hortaliza muy consumida en Brasil y además se consume sin ningún tipo de procesamiento, lo que podría afectar la calidad y cantidad de las vitaminas presentes. Para hacer la lechuga transgénica, trabajaron con genes que codifican para la enzima GTP-ciclohidrolasa, que participa en los primeros pasos de la síntesis de folato. Usaron dos versiones de este gen: uno sintético y otro aislado de tomate.

Por el momento, las investigaciones se están llevando solo a escala de laboratorio, y ya han logrado líneas de lechuga con niveles significativamente más altos (15 veces más) que las presentes en las plantas de lechuga sin modificar, y similar a la cantidad que se encuentra en las hojas de espinaca. En algunos experimentos con animales observaron que la ingesta de esta lechuga genéticamente modificada duplica los niveles de folato en sangre, con respecto a la dieta con lechuga sin transformar.

Se puede ver la entrevista en http://cib.org.br/em-dia-com-a-ciencia/embrapa-realiza-pesquisa-com-alface-gm-enriquecida-com-acido-folico/

Enero ArgenBio