Desarrollan tomates GM buenos para el corazón
Describen por la primera vez la generación de plantas de tomates GM capaces de producir en el fruto un péptido que funciona como el colesterol “bueno”.
Describen por la primera vez la generación de plantas de tomates GM capaces de producir en el fruto un péptido que funciona como el colesterol “bueno”.
Según el estudio presentado en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón, los ratones que comieron estos tomates transgénicos desarrollaron menos inflamación y aterosclerosis (trastorno que ocurre cuando se acumulan grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias y forman estructuras duras, denominadas placas ateroscleróticas).
Alan M. Fogelman, junto con su equipo de la Facultad de Medicina David Geffen (Universidad de California, Los Angeles), encontraron una manera novedosa y práctica para fabricar un péptido (pequeña cadena de aminoácidos) que actúa como la proteína principal del colesterol bueno, pero que es mucho más eficiente y puede administrarse a través de la ingesta de un fruto.
Los investigadores modificaron genéticamente a las plantas de tomate para que fabricaran en el fruto el péptido 6F, que imita a la acción de la proteína ApoA-1, la principal en el complejo HDL (lipoproteína de alta densidad, conocida como colesterol “bueno”). Alimentaron con estos tomates a ratones que no tenían la capacidad de remover de la sangre a la lipoproteína LDL (lipoproteína de baja densidad, conocida como colesterol “malo”) y que por lo tanto desarrollaban fácilmente ateroesclerosis e inflamación al consumir una dieta alta en grasas.
Luego del experimento, observaron que los ratones presentaban menos inflamación, mayores niveles de la enzima paraoxonasa (asociada con el colesterol bueno y con menor riesgo cardíaco), mayores niveles de colesterol bueno y menos placas ateroscleróticas.
Describen por la primera vez la generación de plantas de tomates GM capaces de producir en el fruto un péptido que funciona como el colesterol “bueno”.
Según el estudio presentado en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón, los ratones que comieron estos tomates transgénicos desarrollaron menos inflamación y aterosclerosis (trastorno que ocurre cuando se acumulan grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias y forman estructuras duras, denominadas placas ateroscleróticas).
Alan M. Fogelman, junto con su equipo de la Facultad de Medicina David Geffen (Universidad de California, Los Angeles), encontraron una manera novedosa y práctica para fabricar un péptido (pequeña cadena de aminoácidos) que actúa como la proteína principal del colesterol bueno, pero que es mucho más eficiente y puede administrarse a través de la ingesta de un fruto.
Los investigadores modificaron genéticamente a las plantas de tomate para que fabricaran en el fruto el péptido 6F, que imita a la acción de la proteína ApoA-1, la principal en el complejo HDL (lipoproteína de alta densidad, conocida como colesterol “bueno”). Alimentaron con estos tomates a ratones que no tenían la capacidad de remover de la sangre a la lipoproteína LDL (lipoproteína de baja densidad, conocida como colesterol “malo”) y que por lo tanto desarrollaban fácilmente ateroesclerosis e inflamación al consumir una dieta alta en grasas.
Luego del experimento, observaron que los ratones presentaban menos inflamación, mayores niveles de la enzima paraoxonasa (asociada con el colesterol bueno y con menor riesgo cardíaco), mayores niveles de colesterol bueno y menos placas ateroscleróticas.