Científicos británicos estudian oleaginosas transgénicas para producir aceite con mejor contenido en Omega 3
Investigadores del Rothamsted Research (Reino Unido) estudian genes de organismos marinos que producen el Omega 3 para utilizarlos en los cultivos.
Investigadores del Rothamsted Research (Reino Unido) estudian genes de organismos marinos que producen el Omega 3 para utilizarlos en los cultivos.
De acuerdo con Maurice Moloney, Director de Rothamsted Research, uno de los centros más importantes en el estudio de las plantas, “los ácidos grasos Omega 3 son importantes en nuestra dieta porque nos protegen de las enfermedades coronarias y proporcionan nutrientes para las madres lactantes”.
Según recoge Agro-Bio, Moloney enfatizó en que si se utilizan genes adecuados de organismos marinos en semillas oleaginosas y linazas, se mejoraría el contenido de ácidos grasos Omega 3 en la dieta humana, al tiempo que se aliviaría la presión pesquera sobre unas poblaciones de peces en declive.
“Nuestra propuesta para resolver el problema de sostenibilidad es estudiar el metabolismo de estos ácidos grasos Omega 3 de cadena larga en los organismos nativos: fundamentalmente microalgas, organismos fotosintéticos unicelulares, etc. Podríamos restablecer la vía metabólica de esas algas en las semillas oleaginosas (…). Si lo logramos, podremos producir las semillas adaptadas del mismo modo que producimos las semillas actualmente”.
Para el investigador, el aceite obtenido de las semillas genéticamente modificadas podría envasarse en cápsulas a modo de suplemento para las madres lactantes, que necesitan el aceite para el desarrollo de sus hijos. También se podría añadir el aceite a yogures y refrescos, que son apetecibles para los niños.
Esta sería una herramienta muy útil para mejorar la alimentación de las personas, de una manera más sostenible y amigable con el medio ambiente.
De acuerdo con Maurice Moloney, Director de Rothamsted Research, uno de los centros más importantes en el estudio de las plantas, “los ácidos grasos Omega 3 son importantes en nuestra dieta porque nos protegen de las enfermedades coronarias y proporcionan nutrientes para las madres lactantes”.
Según recoge Agro-Bio, Moloney enfatizó en que si se utilizan genes adecuados de organismos marinos en semillas oleaginosas y linazas, se mejoraría el contenido de ácidos grasos Omega 3 en la dieta humana, al tiempo que se aliviaría la presión pesquera sobre unas poblaciones de peces en declive.
“Nuestra propuesta para resolver el problema de sostenibilidad es estudiar el metabolismo de estos ácidos grasos Omega 3 de cadena larga en los organismos nativos: fundamentalmente microalgas, organismos fotosintéticos unicelulares, etc. Podríamos restablecer la vía metabólica de esas algas en las semillas oleaginosas (…). Si lo logramos, podremos producir las semillas adaptadas del mismo modo que producimos las semillas actualmente”.
Para el investigador, el aceite obtenido de las semillas genéticamente modificadas podría envasarse en cápsulas a modo de suplemento para las madres lactantes, que necesitan el aceite para el desarrollo de sus hijos. También se podría añadir el aceite a yogures y refrescos, que son apetecibles para los niños.
Esta sería una herramienta muy útil para mejorar la alimentación de las personas, de una manera más sostenible y amigable con el medio ambiente.