Paraguay: científicos iberoamericanos ratifican inocuidad de transgénicos
Europa ha estudiado detalladamente los alimentos transgénicos y ha comprobado que son seguros e inocuos y no representan riesgo para la salud, ratificó en una entrevista el director del INIA, de España, Manuel Núñez Gutiérrez. Fue en el marco del reciente encuentro de expertos de institutos nacionales de investigación de 21 países iberoamericanos que se realizó en nuestra capital.
Europa ha estudiado detalladamente los alimentos transgénicos y ha comprobado que son seguros e inocuos y no representan riesgo para la salud, ratificó en una entrevista el director del INIA, de España, Manuel Núñez Gutiérrez. Fue en el marco del reciente encuentro de expertos de institutos nacionales de investigación de 21 países iberoamericanos que se realizó en nuestra capital.
“En el caso de los alimentos transgénicos, Europa ha estudiado y comprobado que son inocuos y seguros, que no representan riesgos para la salud humana, pero se obliga al etiquetado, señaló el director del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología para la Agricultura y la Alimentación (INIA), de España, Manuel Núñez Gutiérrez. Añadió que en el mercado europeo la obligación del etiquetado de los alimentos con más del 1% de transgénesis, es solamente para que aquellas personas que, por ideología, estén en contra de los alimentos genéticamente modificados puedan tomar decisiones libremente en las góndolas de los supermercados. Cada país es libre de tomar sus decisiones en relación a los transgénicos y puede considerar o no como válidos los criterios que se han adoptado en otros países del mundo, a base de la investigación científica, aclaró.
Núñez Gutiérrez fue uno de los 60 investigadores y científicos de 21 países iberoamericanos que participaron del X Encuentro del Sistema de INIAS”, que se congregaron recientemente en el Carmelitas Center.
En relación a los cultivos transgénicos, dijo que es muy curioso y al mismo tiempo contradictorio que Europa lleve a cabo mucha investigación en modificación genética de plantas, pero luego los países más fuertes no autorizan que en su suelo se cultiven dichas plantas modificadas genéticamente.
“Por un lado, en Europa se apoya la investigación en estos temas, pero, por otro lado, por presiones de determinados sectores y grupos de presión, no se autoriza la siembra de vegetales modificados genéticamente”, acotó. Puntualizó que España es la primera productora de maíz genéticamente modificado.
Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, de Argentina), Ing. Agr. Carlos Horacio Casamiquela, dijo que “la preocupación mayor con relación a los cultivos transgénicos está vinculada a la seguridad e inocuidad de los alimentos, y hasta ahora nadie ha podido demostrar lo contrario. Hasta ahora todos los alimentos transgénicos son seguros e inocuos”, dijo. Informó que la Argentina impulsa estratégicamente el desarrollo de la biotecnología agrícola y ha dado un salto muy importante con la producción de soja. “Hoy la soja representa el 60% de la cosecha de cereales, de los cuales el 95% son transgénicos. “Con la biotecnología, la Argentina ha adquirido una capacidad fenomenal de exportación de alimentos, teniendo una población de 40 millones de habitantes está produciendo alimentos para 400 millones de personas, las cuales son beneficiadas con las exportaciones”, indicó Casamiquela.
A su turno, el director general del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarios de México, Dr. Pedro Brajcich, explicó que el encuentro sirvió, entre otras cosas, para que el Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria (IPTA), de reciente creación, pueda nutrirse de las experiencias e informaciones sobre la situación y desafíos que enfrentan los programas y proyectos de investigación de cada uno de los 21 INIAS del sistema iberoamericano. Detalló que los cuatro ejes principales de las políticas de investigación a nivel iberoamericano actualmente son la seguridad alimentaria, el cambio climático, los recursos genéticos y la agroenergía
“En el caso de los alimentos transgénicos, Europa ha estudiado y comprobado que son inocuos y seguros, que no representan riesgos para la salud humana, pero se obliga al etiquetado, señaló el director del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología para la Agricultura y la Alimentación (INIA), de España, Manuel Núñez Gutiérrez. Añadió que en el mercado europeo la obligación del etiquetado de los alimentos con más del 1% de transgénesis, es solamente para que aquellas personas que, por ideología, estén en contra de los alimentos genéticamente modificados puedan tomar decisiones libremente en las góndolas de los supermercados. Cada país es libre de tomar sus decisiones en relación a los transgénicos y puede considerar o no como válidos los criterios que se han adoptado en otros países del mundo, a base de la investigación científica, aclaró.
Núñez Gutiérrez fue uno de los 60 investigadores y científicos de 21 países iberoamericanos que participaron del X Encuentro del Sistema de INIAS”, que se congregaron recientemente en el Carmelitas Center.
En relación a los cultivos transgénicos, dijo que es muy curioso y al mismo tiempo contradictorio que Europa lleve a cabo mucha investigación en modificación genética de plantas, pero luego los países más fuertes no autorizan que en su suelo se cultiven dichas plantas modificadas genéticamente.
“Por un lado, en Europa se apoya la investigación en estos temas, pero, por otro lado, por presiones de determinados sectores y grupos de presión, no se autoriza la siembra de vegetales modificados genéticamente”, acotó. Puntualizó que España es la primera productora de maíz genéticamente modificado.
Por su parte, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA, de Argentina), Ing. Agr. Carlos Horacio Casamiquela, dijo que “la preocupación mayor con relación a los cultivos transgénicos está vinculada a la seguridad e inocuidad de los alimentos, y hasta ahora nadie ha podido demostrar lo contrario. Hasta ahora todos los alimentos transgénicos son seguros e inocuos”, dijo. Informó que la Argentina impulsa estratégicamente el desarrollo de la biotecnología agrícola y ha dado un salto muy importante con la producción de soja. “Hoy la soja representa el 60% de la cosecha de cereales, de los cuales el 95% son transgénicos. “Con la biotecnología, la Argentina ha adquirido una capacidad fenomenal de exportación de alimentos, teniendo una población de 40 millones de habitantes está produciendo alimentos para 400 millones de personas, las cuales son beneficiadas con las exportaciones”, indicó Casamiquela.
A su turno, el director general del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarios de México, Dr. Pedro Brajcich, explicó que el encuentro sirvió, entre otras cosas, para que el Instituto Paraguayo de Tecnología Agropecuaria (IPTA), de reciente creación, pueda nutrirse de las experiencias e informaciones sobre la situación y desafíos que enfrentan los programas y proyectos de investigación de cada uno de los 21 INIAS del sistema iberoamericano. Detalló que los cuatro ejes principales de las políticas de investigación a nivel iberoamericano actualmente son la seguridad alimentaria, el cambio climático, los recursos genéticos y la agroenergía