Plumas de pollo para hacer bioplásticos
Científicos de la Universidad de Nebraska describieron un método para obtener plástico a partir de los deshechos de la industria aviar, especialmente las plumas de pollo.
"Otros investigadores han tratado de desarrollar termoplásticos a partir de plumas", dijo Yiqi Yang, director del proyecto, "pero ninguno de estos productos ha funcionado bien cuando se mojan. Usando esta técnica, somos los primeros en demostrar que podemos hacer termoplásticos a partir de plumas de pollo, pero que además resultan estables en el agua y al mismo tiempo mantienen sus propiedades mecánicas."
Los termoplásticos corresponden a uno de los dos grupos principales de plásticos, e incluye al nylon, el polietileno, el poliestireno, el cloruro de polivinilo, entre otros. Se utilizan para hacer miles de productos que van desde las cerdas de los cepillos de dientes hasta las botellas de gaseosa y los paragolpes de los autos. Los termoplásticos se llaman así porque una vez que se endurecen en su forma definitiva pueden ser fundidos y remodelados una y otra vez. El otro grupo de plásticos, los llamados termoestables, una vez que se endurecen ya no se pueden volver a fundir.
Yang señaló que los dos tipos de plásticos son fabricados principalmente con ingredientes obtenidos a partir del petróleo o gas natural. Debido a las preocupaciones sobre el suministro de petróleo, los precios y la sostenibilidad, decenas de equipos científicos están trabajando para encontrar fuentes alternativas. Uno de los objetivos principales es el uso de residuos agrícolas y otros recursos renovables para hacer bioplásticos que tienen una ventaja adicional de ser biodegradables en el medio ambiente.
"Estamos tratando de desarrollar plásticos a partir de recursos renovables para sustituir a los derivados del petróleo", dijo Yang, quien es una autoridad en biomateriales y biofibras del Instituto de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de Nebraska-Lincoln. "La utilización de residuos como fuentes alternativas de materiales es uno de los mejores enfoques hacia una sociedad más sostenible y más responsable ambientalmente."
“Las plumas de pollo son una excelente alternativa”, explicó Yang, porque son baratas y abundantes. Para tener una idea, cada pollo que vemos envuelto en el supermercado ha dejado atrás unas cuantas onzas de plumas. Cada año se descartan más de 3 mil millones de libras de plumas en Estados Unidos. Estas plumas se pueden procesar para formar parte de alimentos para animales de baja calidad, pero esto agrega poco valor a las plumas y también puede causar enfermedades en los animales. Con mucha frecuencia se convierten en un problema para el descarte de los residuos, son incinerados o almacenados en los vertederos.
Yang explicó que las plumas de pollo están formadas principalmente por queratina, una proteína que también se encuentra en el pelo, pezuñas, cuernos y lana, y que puede dar fuerza y durabilidad a los plásticos. Yang agregó que las propiedades mecánicas de las películas de plumas superan a otros productos de base biológica, como el almidón modificado o proteínas vegetales.
Para desarrollar el nuevo plástico, Yang y sus colegas procesaron las plumas de pollo con productos químicos, como el metil-acrilato, un líquido incoloro que se encuentra en el esmalte de uñas y que polimeriza. Así obtuvieron un producto con excelentes propiedades como termoplástico, sustancialmente más fuerte y más resistente a la rotura que los plásticos derivados de proteína de soja o del almidón, y por primera vez entre los plásticos derivados de plumas, con una buena resistencia al agua.