El agave tequilero debe romper su letargo tecnológico
La agricultura del agave debe aprovechar las grandes ventajas que le trae la biotecnología para enfrentar diversas limitaciones.
A pesar de los grandes avances que se tienen en la agricultura actual, gran parte del campo agavero está aún influenciado por técnicas ancestrales que le impiden la competitividad que demanda la cadena de la industria tequilera, por lo que urge una apertura a la tecnología agrícola de vanguardia, aseguró el biotecnólogo Juan José Jiménez Cárdenas.
En este contexto, señaló que la agricultura del agave debe aprovechar las grandes ventajas que le trae la biotecnología para enfrentar diversas limitaciones, como el serio problema de plagas que afecta las condiciones fitosanitarias de los plantíos de la materia prima del tequila.
Cabe referir que según datos del Consejo Regulador (CRT), por lo menos 30 por ciento de las plantaciones de agave azul tiene problemas de plagas agrícolas (particularmente con los ataques de los patógenos Erwinia, Fusarium y Cercospora) que traen mermas económicas de gran impacto.
Precisó que el sector tequilero en conjunto debe “romper los ciclos perversos que han estado presentes en el cultivo del agave. Esto ha traído un retraso de cien o 200 años en la forma de cultivarlo…Tal vez el primer reto y el más importante es tener planta totalmente libre de plagas y enfermedades para su utilización en las nuevas plantaciones. El segundo reto es conformar un programa serio de mejoramiento genético, tal como ocurre en otros cultivos como el maíz, el sorgo y el trigo”.
Por estas limitaciones, aseveró que “se tiene actualmente una erosión genética que origina cada vez que el agave sea más susceptible a plagas y enfermedades. Ante esta situación, el ciclo se tiene que romper en primer lugar con la utilización de material vegetal perfectamente limpio y saludable porque si se utiliza material enfermo, de entrada se tendrá una plantación enferma”.
Como alternativa, dijo que su propuesta es tener disponible material vegetativo de calidad saludable (lo que en otros cultivos se conoce como material de elite) y contar con millones de plantas para las plantaciones de mezcal azul.
La micropropagación.
Detalló que esta alternativa es la oferta de agave producido en laboratorio bajo la técnica biotecnológica de la micropropagación que supone clonar millones de plantas con una calidad uniforme en su estatus sanitario para garantizar que estén libres de plagas y enfermedades.
Además de la calidad sanitaria, hizo mención de que las plantas micropropagadas tienen la ventaja de un mejor metabolismo en comparación con los llamados hijuelos que se usan en la forma tradicional de reproducción del agave tequilero, lo que da a las plantas de laboratorio una mayor velocidad de crecimiento.
Como integrante de la empresa Biogea (instalada en Sayula, Jalisco), refirió que ya se analizó la mayor velocidad de crecimiento en millón de plantas que se llevaron a Tamaulipas. Adujo que también esto se ha comprobado en laboratorio y condiciones controladas de invernadero.
También hizo mención de que la producción de agave en laboratorio debe responder a las condiciones sanitarias de cada región del territorio contemplado en la denominación de origen del tequila, dado que la presencia de plagas varía de una región a otra.
Actualmente se trabaja en establecer una Norma Oficial Mexicana para controlar el aspecto sanitario del agave, de modo que ésta sea herramienta que facilite el control de la sanidad de las plantaciones de agave tequilero.