Los agricultores que cultivan maíz convencional también se benefician de la tecnología Bt
Se publicó en la revista Science que el maíz genéticamente modificado para producir una proteína insecticida proveniente de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis (Bt) brinda beneficios económicos importantes, incluso para los agricultores vecinos que cultivan maíz convencional (no Bt).
Se publicó en la revista Science que el maíz genéticamente modificado para producir una proteína insecticida proveniente de la bacteria del suelo Bacillus thuringiensis (Bt) brinda beneficios económicos importantes, incluso para los agricultores vecinos que cultivan maíz convencional (no Bt).
"Las ciencias agrícolas modernas están jugando un papel crítico en el manejo de la agricultura americana hoy, incluyendo el manejo de las plagas y la productividad", señaló Tom Vilsack, Secretario de Agricultura."Este estudio brinda información muy importante sobre los beneficios de la biotecnología estudiando directamente cómo la reducción en la incidencia de las plagas debida al uso de maíz Bt puede mejorar el rendimiento y calidad de grano aún en maíces no Bt."
Los investigadores estiman que los productores de Iowa, Illinois, Minnesota, Nebraska y Wisconsin percibieron beneficios económicos acumulados de casi 7 mil millones de dólares entre 1996 y 2009, con beneficios para los que cultivaron maíces no Bt de 4 mil millones de dólares. Estimaron, además que en Minnesota, Illinois y Wisconsin las poblaciones de insectos en campos vecinos de maíces no Bt disminuyeron entre un 28 y 73%, con reducciones similares en Iowa y Nebraska.
Los investigadores atribuyen los beneficios colaterales aprovechados por los productores "no-Bt" a la supresión sostenida de las larvas de lepidópteros en las áreas cultivadas con maíces Bt durante mucho tiempo. Además, los científicos señalan que hay otros cultivos, como papas, arvejas, entre otros, que también empiezan a beneficiarse en este sentido. Ellos también destacan la importancia del uso de refugios para retrasar la aparición de resistencia a Bt en insectos, y así mantener la eficacia de la tecnología a largo plazo.
Las proteínas Bt le brindan a la planta la posibilidad de defenderse "desde adentro" de las larvas de ciertas plagas. Estas larvas, al ingerir la proteína, dejan inmediatamente de alimentarse y mueren dentro de las 48 horas. Además de reducir el uso de insecticidas que también eliminan a otros insectos (insectos no blanco), la tecnología Bt previene además la entrada de hongos en las heridas causadas por las larvas. Algunos de estos hongos, como Fusarium, producen micotoxinas que afectan la calidad y la seguridad de los granos de maíz.
El equipo que realizó este trabajo está liderado por William Hutchison, de la Universidad de Minnesota, e incluye también a Rick Hellmich, entomólogo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). El equipo colectó datos de las poblaciones de insectos en los cultivos de maíz durante 14 años, y los combinó con datos estadísticos nacionales correspondientes a áreas, rendimientos, producción y precios.