Buscan determinar la estructura 3D de una protenía que prolonga el crecimiento de las raíces

El objetivo de los científicos argentinos es contribuir en el futuro al desarrollo de cultivos que capten al máximo nutrientes y agua y puedan así adaptarse a suelos áridos.

El objetivo de los científicos argentinos es contribuir en el futuro al desarrollo de cultivos que capten al máximo nutrientes y agua y puedan así adaptarse a suelos áridos.

Aumentar en los cultivos la capacidad de captación de nutrientes y agua es crucial para adaptarlos a zonas áridas o secas como consecuencia del cambio climático. Con ese objetivo, científicos de la Fundación Instituto Leloir (FIL) lideran un estudio que busca determinar la estructura 3D de una proteína asociada a la elongación celular en las raíces. “Caracterizar su estructura también nos ayudaría a entender su función y, eventualmente, derivar en herramientas biotecnológicas para aumentar la productividad en el agro”, afirma el doctor José Manuel Estévez, jefe del Laboratorio Bases Moleculares del Desarrollo Vegetal de la FIL e investigador del CONICET.

Del proyecto, descrito en un artículo de revisión que es tapa de la revista “Molecular Plant” (Cell Press), también participan dos especialistas en modelado computacional del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE), que depende la UBA y del CONICET: la doctora Luciana Capece y el licenciado Mauro Bringas.

En 2011, la revista “Science" publicó un estudio de Estévez y su grupo que permitió identificar tres grupos de genes responsables de la producción de unas proteínas llamadas extensinas, que son fundamentales para el crecimiento de los pelos de las raíces. “Además de detectar las condiciones del suelo, los pelos radiculares son las estructuras encargadas de absorber el agua y los nutrientes”, explica Estévez, ganador el año pasado de uno de los premios Houssay otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Y agregó: “Cuando establezcamos la estructura 3D de las extensinas, podremos saber mejor cómo interactúan con otras moléculas en el desarrollo de los pelos radiculares. De este modo, sentaremos bases que posibiliten aumentar la capacidad de las plantas para aprovechar al máximo los recursos del suelo”.