Falleció en Rosario Guillermo Oliver, el investigador que creó la Leche Bio

El científico tenía 85 años. Fue uno de los referentes más prestigiosos del Centro de Referencia de Lactobacilos de la Universidad Nacional de Tucumán, uno de los científicos más destacados de la provincia. Galardonado con el premio Konex a la biotecnología en 2003, entre otros premios. El científico tenía 85 años. Fue uno de los referentes más prestigiosos del Centro de Referencia de Lactobacilos de la Universidad Nacional de Tucumán, uno de los científicos más destacados de la provincia. Galardonado con el premio Konex a la biotecnología en 2003, entre otros premios.

Su nombre alcanzó repercusión nacional e internacional a partir del desarrollo de la Leche Bio (leche fermentada bioterapéutica) en el Centro de Referencia de Lactobacilos (Cerela), del cual fue co fundador. Guillermo Oliver, un nombre que ha prestigiado a la Universidad Nacional de Tucumán y a la provincia, falleció ayer en Rosario, Santa Fe, donde residía desde hace ya varios años.

Inquietud de médicos
En la década de 1980 surgió la inquietud de desarrollar la Leche Bio, en parte, debido a la demanda de médicos del Hospital del Niño Jesús que estaban preocupados por la gran cantidad de niños que morían por diarrea. "Entonces, con Silvia González (actual decana de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT), empezamos a trabajar en esto", recordó Oliver durante una entrevista que le hizo LA GACETA en febrero de 1995.

Oliver, inspirado en técnicas alimentarias de avanzada con las que había trabajado en Francia, diseñó un tipo de bacterias muy específicas que, adicionadas a la leche o a los yogures, permiten controlar las poblaciones microbianas y mejorar la inmunidad de los aparatos respiratorio y digestivo.El desarrollo de estos alimentos probióticos le valió ser distinguido con el Premio Konex a la biotecnología en 2003.

El producto mereció premios en el país y en el extranjero. Sobre el tema dictó 44 conferencias y participó en nueve cursos internacionales. Publicó 97 trabajos sobre distintas cuestiones que estaba desarrollando y cinco capítulos de libros internacionales.

Fue nombrado profesor emérito de la UNT (1993), el Senado de la Nación lo distinguió como investigador ilustre (1996), la Asociación Argentina de Microbiología lo designó Microbiólogo del Año en (1998). Recibió 22 premios y distinciones en la década de 1990.