Jatropha: un arbusto para obtener biodiesel

Los frutos de este arbusto contienen aceite y otros subproductos para conseguir energía renovable y, por no ser comestible, no tiene competencia directa con los alimentos. Investigadores de la UNL determinaron que el biodiesel obtenido es apto para automotores y que las cáscaras de frutos y semillas sirven como combustible sólido. Analizan la biodigestión como una alternativa para el tratamiento de la glicerina y las harinas.
Los frutos de este arbusto contienen aceite y otros subproductos para conseguir energía renovable y, por no ser comestible, no tiene competencia directa con los alimentos.

Investigadores de la UNL determinaron que el biodiesel obtenido es apto para automotores y que las cáscaras de frutos y semillas sirven como combustible sólido. Analizan la biodigestión como una alternativa para el tratamiento de la glicerina y las harinas.

A la lista de vegetales para obtener biodiesel, ahora se suma la Jatropha curcas, que pasa desapercibida como un simple arbusto, pero cuyos frutos contienen semillas con un alto contenido de aceite con potencial uso para la producción del combustible. También los subproductos generados por el cultivo pueden usarse en procesos energéticos como la combustión y la generación de biogás. 



Conocida también como “piñón de tempate”, o “jatrofa” es una especie originaria de América Central que crece en países tropicales y se cultiva en América Central, América del Sur, sudeste de Asia, India y África. “La Jatrofa es un arbusto que crece en suelos poco aptos para otros vegetales. Sus frutos producen un aceite que no es apto para la alimentación, lo cual no plantea ninguna competencia directa con otros cultivos”, relató a Argentina Investiga Ignacio Huerga, miembro del grupo del Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape).



El equipo de investigación, liderado por Carlos Querini, se vinculó con personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que trabajaba en el Noroeste argentino en el cultivo de Jatropha curcas. La idea era saber qué se podía hacer a nivel industrial con el vegetal. El trabajo contempla un proceso que busca ser lo más sustentable posible desde el punto de vista energético y ambiental.



Biodiesel y biogás


Los investigadores sometieron un lote de semillas traídas de Jujuy a un proceso de extracción de aceite, habiendo realizado antes el descascarado, triturado y tratamiento térmico. Con estas operaciones, el contenido de óleo llegó al 40-50% en relación a la masa tratada. “El biodiesel obtenido cumple con las normativas nacionales e internacionales vigentes. Incluso es apto para automotores si se dosifica con combustible fósil en las proporciones usadas en la actualidad”, sostuvo el investigador.



Además, para las cáscaras de frutos y semillas se propuso su uso como combustible sólido, debido al poder calorífico que presentan. En cambio, para harinas y glicerina (esta última obtenida de la reacción del aceite y el alcohol para obtener biodiesel) se realizó un tratamiento por medio de un biodigestor, con el objetivo de conseguir biogás para ser utilizado en las mismas plantas de biodiesel. De ese modo, el circuito de producción queda cerrado y aprovechado.



“Es algo novedoso, no encontramos otras publicaciones que mezclen estas dos corrientes de residuos. La biodigestión es una alternativa para el tratamiento de la glicerina y las harinas. Por un lado, se daría un tratamiento a los residuos y, por otro, se reduciría el consumo de energía fósil que se necesita para producir el biodiesel”, añadió.



Harinas


Otra característica de la Jatrofa es que sus harinas contienen compuestos tóxicos, especialmente ésteres de forbol, por lo cual no pueden ser utilizadas como alimentos. No obstante, existen experiencias en otros lugares del mundo donde se las detoxifica. “Aunque no evaluamos el nivel de estos compuestos, encontramos algunas propiedades que podrían llegar a ser positivas, sobre todo en contenido de proteínas y demás, pero no podemos dar todavía una conclusión al respecto”, concluyó Huerga.