Residuos agroindustriales para compostaje

Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias trabajan en el compostaje de residuos ricos en carbono, resultado de agroindustrias como aserraderos y molinos arroceros.

Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias trabajan en el compostaje de residuos ricos en carbono, resultado de agroindustrias como aserraderos y molinos arroceros.

En la Mesopotamia existen grandes cantidades de estos desechos que no tienen destino aprovechable, por lo que constituyen un problema ambiental. A partir de mediciones de indicadores de la calidad y madurez del compostaje, los especialistas apuntan a lograr materia orgánica estabilizada para su aprovechamiento en el uso agrícola.

Residuos como el aserrín, el estiércol y las cascarillas de arroz son considerados problemáticos para el medio ambiente en la región mesopotámica debido a la gran cantidad que se acumula tanto en establecimientos arroceros como madereros. Es por esto que investigadores de la UNNE analizaron el aprovechamiento de estos desechos a partir de la búsqueda de eficiencia en el proceso de compostaje.

Este último es un proceso biológico aeróbico por el que los microorganismos transforman residuos orgánicos en materia orgánica estabilizada con adecuadas propiedades para su uso agrícola. Los investigadores realizaron mezclas en distintas proporciones de aserrín y estiércol, cascarillas de arroz y estiércol, y ambos residuos en mezcla con el estiércol de gallina.

“En general, las mezclas tuvieron buenas respuestas, pudiendo, incluso, realizarlas con mayores proporciones de aserrín y cascarilla de arroz, residuos muy abundantes en la zona” indicó a InfoUniversidades la ingeniera agrónoma Corina Leconte, quien desarrolla el trabajo en la cátedra de Microbiología agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias.

Tanto la cascarilla de arroz como el aserrín son difíciles de compostar por su alta relación carbono/nitrógeno, alto contenido de celulosa y lignina, y muy bajo contenido de nitrógeno y otros nutrientes. Por su parte, el estiércol de gallina tiene alto contenido de nitrógeno, fósforo y cationes, y baja relación carbono/nitrógeno, por lo tanto, puede complementarse con la cascarilla de arroz y aserrín para el compostaje, lo que constituye una alternativa viable desde el punto de vista económico y ambiental.

Los investigadores realizan mediciones de diferentes indicadores que hacen a la calidad, estabilidad y madurez del proceso de compostaje, como nitrógeno total, carbono orgánico total, nutrientes totales y/o extraíbles, pH, conductividad eléctrica, respiración, carbono soluble en agua, amonio, entre otros. En su conjunto, los compost presentaron buenas concentraciones de nutrientes y pH apropiado; además, tuvieron diferencias de calidad según las mezclas realizadas y, en algunos casos, según la proporción del material carbonado utilizado en ellas.

“En esta instancia del proyecto se buscó encontrar las mezclas más adecuadas en cuanto a calidad química y fisicoquímica para cada uno de los residuos orgánicos agroindustriales utilizados, pero se prevé estudiar otros aspectos de la calidad del compost realizado, por ejemplo, cómo se mineraliza cuando se aplica al suelo, la respuesta del vegetal, entre otros” señaló la investigadora y agregó que la calidad del compost obtenido determinará el tipo de uso que pueda realizarse con él y la dosis en la que podrá ser empleado.