La promoción de la biotecnología

La Argentina tiene un apreciable desarrollo biotecnológico y desde hace muchos años se sabe que este rubro debería ser uno de los escalones para incrementar el componente tecnológico de la producción local y de las exportaciones. Sin embargo, una ley destinada a promoverlo sigue sin sanción.

La Argentina tiene un apreciable desarrollo biotecnológico y desde hace muchos años se sabe que este rubro debería ser uno de los escalones para incrementar el componente tecnológico de la producción local y de las exportaciones. Sin embargo, una ley destinada a promoverlo sigue sin sanción.

El país cuenta con 120 empresas biotecnológicas, en su inmensa mayoría Pymes, que trabajan en productos vinculados con la salud humana y animal y con los alimentos.

Sectores de este tipo se caracterizan por ser usinas de conocimientos y demandantes de mano de obra especializada y que, por lo tanto, son fuente de difusión de tecnificación en otros sectores de la economía. Por otra parte producen bienes de alto costo que pueden significar una importante contribución al sector externo. Por estos motivos, tanto los expertos en el tema como los estudios sobre estrategias de crecimiento colocan a las biotecnologías y a las políticas destinadas a promoverla, como objetivo prioritario.

La Argentina cuenta con varias instituciones destinadas a apoyar el sector pero en una medida todavía insuficiente. Así lo demuestra el hecho de que en 2007 se sancionó la Ley 26.270 de promoción fiscal para el desarrollo de la biotecnología, pero aún no ha sido sancionada. Se trata de en una clara muestra de falta de visión y falta de preocupación por el aprovechamiento de recursos existentes y potenciales y por la promoción del crecimiento.

La biotecnología es un sector con cierto desarrollo y con grandes potencialidades que puede aportar al crecimiento cualitativo de la economía. Una ley para promoverlo permanece sin sanción.