Hidrógeno, el combustible del futuro
Un grupo de científicos de la UNSL desarrolla catalizadores para la obtención de hidrógeno a partir de etanol. Las pruebas se harán en una planta piloto que funciona en la UBA y cuenta con una celda de combustible de 5 kilos. El objetivo es desarrollar nuevas fuentes de energía independientes del petróleo.Los problemas energéticos existentes a nivel mundial, como la pérdida de reservas de los recursos fósiles y el creciente y desmedido consumo energético, generan la necesidad de encontrar nuevas fuentes de producción de energía y, fundamentalmente, de reemplazar los combustibles de origen fósil por otros alternativos. En este sentido, el hidrógeno aparece como una opción no sólo de interés, sino que también tiene numerosas ventajas desde el punto de vista medioambiental, porque no es contaminante y su único subproducto es el vapor de agua.
En el año 2003 nació el proyecto “Desarrollo de catalizadores para el reformado de alcoholes”, que forma parte de la Agencia de Ciencia y Tecnología y del Proyecto de Área Estratégica (PAE). Tiene varias etapas y diferentes grupos de investigación, en la Universidad Nacional de San Luis, la Universidad de Buenos Aires y el Centro Atómico Bariloche, y como objetivo general apunta a resolver las distintas etapas de producción de hidrógeno. En primer lugar producirlo, ya que es un vector de energía, luego purificarlo y por último alimentar las celdas de combustible que producen energía eléctrica. Los investigadores tratan de obtener hidrógeno a partir de materias primas de origen renovable como el etanol y no renovables como el metanol.Uno de los factores que motivó al grupo de investigación fue la posibilidad de obtener etanol en la región ya que se trata de una zona donde hay una importante industria vitivinícola. La finalidad del proyecto es desarrollar catalizadores que sean activos, selectivos y estables para la producción de hidrógeno a partir de etanol y metanol, como así también formar recursos humanos en esta temática de vanguardia. Concientizar acerca de la necesidad de proteger el planeta y buscar alternativas de obtención de energía también forman parte de los objetivos del trabajo.
La doctora Abello, responsable del proyecto de investigación, explicó a InfoUniversidades que “para que la tecnología de hidrógeno se implemente en el mundo se necesita mucho tiempo, por lo tanto, en todo ese período de transición se van a tener que utilizar otras materias primas, entre ellas el metanol, que cuenta con una gran producción mundial y por lo tanto es una alternativa más factible; y el etanol, porque es una fuente renovable que se obtiene a través de la fermentación de la caña de azúcar y de cereales, y es de origen de biomasa”. Además, considera que tiene que quedar claro que no se va a reemplazar la energía de origen fósil totalmente por etanol: “Porque una de las grandes desventajas que tiene el etanol es que se van a dejar de producir alimentos para producir etanol, y convertirlo en combustible”.En el marco del Proyecto de Área Estratégica, en la UBA se instaló una planta piloto para la producción de hidrógeno, en la que los investigadores ya están en condiciones de hacer pruebas.