La papa ya tiene quien la escriba: se descubrió la secuencia del genoma
Un grupo de científicos de 14 países, que incluye a investigadores del INTA Balcarce -una unidad pionera en el estudio y mejoramiento de la papa-, anunció el descubrimiento de la secuencia del genoma de ese cultivo, tercero en importancia alimentaria mundial.
El hallazgo permitirá entender cómo funciona la papa, un valioso miembro de la familia de las solanáceas, para identificar genes fundamentales que puedan perfeccionar el rendimiento y la sanidad, así como los aspectos nutricionales e industriales de la producción. Al mismo tiempo, el descubrimiento podría revolucionar tanto los programas de mejoramiento genético como la manera de explorar la diversidad del germoplasma.
“El INTA Balcarce ha participado en este proceso dentro de un consorcio internacional, creado por la Universidad de Wageningen y del cual participamos distintas instituciones”, explicó Sergio Feingold, director del Laboratorio de Agro-Biotecnología de esa unidad y referente institucional del proyecto. Ese laboratorio contribuyó con la secuenciación parcial del cromosoma 3, la secuencia completa de la mitocondria y con la construcción de un mapa genético que identifica la localización de todos los fragmentos secuenciados por los socios del consorcio.
Consultado acerca de los beneficios que implica semejante logro, Feingold detalló: “Vamos a poder identificar a todos los genes presentes en el genoma de la papa. Y esto trae muchas promesas: poder identificar aquellos genes relacionados con una mayor productividad, o productividad bajo condiciones de estrés, especialmente importante es lo que se refiere a sequía o altas temperaturas”.
Además, permitirá contar con una guía para identificar las variantes de esos genes presentes en los distintos bancos de germoplasma, como los que tiene el INTA. Y más importante aún es que, como indicó el especialista, los mejoradores de papa podrán acortar los 10 o 12 años actualmente necesarios para obtener nuevas variedades.
El consorcio de secuenciación del genoma de la papa -PGSC, por sus siglas en inglés-, comenzó este trabajo en 2006 y hoy, adelantándose un año a su programa, dio a conocer el primer borrador del genoma ensamblado. Ese documento se actualizará en los próximos meses a medida que se generen datos adicionales, incluyendo la anotación de los genes, identificación del transcriptoma y análisis de genes críticos a la producción de papa.
Un grupo de científicos de 14 países, que incluye a investigadores del INTA Balcarce -una unidad pionera en el estudio y mejoramiento de la papa-, anunció el descubrimiento de la secuencia del genoma de ese cultivo, tercero en importancia alimentaria mundial.
El hallazgo permitirá entender cómo funciona la papa, un valioso miembro de la familia de las solanáceas, para identificar genes fundamentales que puedan perfeccionar el rendimiento y la sanidad, así como los aspectos nutricionales e industriales de la producción. Al mismo tiempo, el descubrimiento podría revolucionar tanto los programas de mejoramiento genético como la manera de explorar la diversidad del germoplasma.
“El INTA Balcarce ha participado en este proceso dentro de un consorcio internacional, creado por la Universidad de Wageningen y del cual participamos distintas instituciones”, explicó Sergio Feingold, director del Laboratorio de Agro-Biotecnología de esa unidad y referente institucional del proyecto. Ese laboratorio contribuyó con la secuenciación parcial del cromosoma 3, la secuencia completa de la mitocondria y con la construcción de un mapa genético que identifica la localización de todos los fragmentos secuenciados por los socios del consorcio.
Consultado acerca de los beneficios que implica semejante logro, Feingold detalló: “Vamos a poder identificar a todos los genes presentes en el genoma de la papa. Y esto trae muchas promesas: poder identificar aquellos genes relacionados con una mayor productividad, o productividad bajo condiciones de estrés, especialmente importante es lo que se refiere a sequía o altas temperaturas”.
Además, permitirá contar con una guía para identificar las variantes de esos genes presentes en los distintos bancos de germoplasma, como los que tiene el INTA. Y más importante aún es que, como indicó el especialista, los mejoradores de papa podrán acortar los 10 o 12 años actualmente necesarios para obtener nuevas variedades.
El consorcio de secuenciación del genoma de la papa -PGSC, por sus siglas en inglés-, comenzó este trabajo en 2006 y hoy, adelantándose un año a su programa, dio a conocer el primer borrador del genoma ensamblado. Ese documento se actualizará en los próximos meses a medida que se generen datos adicionales, incluyendo la anotación de los genes, identificación del transcriptoma y análisis de genes críticos a la producción de papa.