"Habrá soja más resistente a las plagas y a las sequías"
En su segunda visita a Tucumán, el experto genetista, Wayne Parrott -director del Departamento de Ciencias, Cultivos y Suelos de la Universidad de Georgia- ponderó el potencial de Tucumán para producir biocombustible e indicó que la oleaginosa es una necesidad de consumo en el mundo.
En su segunda visita a Tucumán, el experto genetista, Wayne Parrott, director del Departamento de Ciencias, Cultivos y Suelos de la Universidad de Georgia, disertó en la FET (Federación Económica de Tucumán) sobre el "Futuro de la Biotecnología en la Agricultura". La conferencia se enmarcó en el programa de festejos del centenario de la Estación Experimental.
Tucumán es una provincia bendecida, dice Wayne Parrott. Y hace una comparación a escala sobre el potencial tucumano respecto de la necesidad estadounidense. "Tienen el lujo de producir caña de azúcar, que es fácil de fermentar hacer alcohol para producir biocombustible, algo que se precisa hoy en Estados Unidos", dice el investigador. Parrott visitó el diario La Gaceta, junto con el director técnico de la Estación Experimental, Daniel Ploper, y con Atilio Castagnaro, jefe de la Sección Biotecnología de la institución que este año festeja su centenario de existencia.
Con un buen dominio del idioma castellano (nació en Guatemala), Parrott resaltó que, en la actualidad, EEUU está impulsado el proyecto científico más grande "desde que se encaró la realización de la bomba atómica": extraer alcohol de celulosa para que el 20% del combustible que se consume en ese país provenga de fuentes renovables. "La idea es buscar alternativas y en esa misión trabajan 14 universidades, apoyadas por dos compañías privadas y laboratorios estatales", remarcó el científico.
Parrott, además, es considerado como uno de los principales impulsores de la biotecnología aplicada a la soja. "La soja dejó de ser el alimento del futuro; ya es del presente", afirmó. El uso de la oleaginosa en la actividad cotidiana de las familias aumentó un 50% en la última década. Es utilizada como combustible alternativo, como aceite de ensalada, caramelos, galletas, adhesivo, desinfectante o alimento balanceado para animales. En la charla con nuestro diario, Parrott describió lo que puede acontecer en la próxima década.
-¿Seguirá creciendo la demanda mundial de soja?
-Es la planta que produce la mayor cantidad de proteínas y de aceites. No tenemos otra fuente vegetal comparable con las propiedades de la soja; por eso juega un papel fundamental en la alimentación del mundo. La demanda seguirá en auge.
-¿Puede sustituir a la carne?
-La calidad de las proteínas de la soja no es comparable con la de la carne. Pero, en breve, habrá variedades que tendrán el mismo perfil nutriente de la carne. Con el aporte de la ingeniería genética, en la próxima década habrá soja que será más resistente a las plagas y a la sequía, con un aumento de los rendimientos por hectárea. Aún más, se está trabajando científicamente (se descubrió el genoma de la soja que posee 66.000 genes -casi el triple que el humano-) para prescindir de los insecticidas que son costosos para los productores y para el medio ambiente.