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En el marco de Biotecsur, la plataforma de biotecnologías en el Mercosur, la institución tucumana fue seleccionada por la Nación para coordinar tareas de investigación sobre la oleaginosa, con financiamiento de la UE.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, que coordina la plataforma, evaluó la viabilidad, el nivel de excelencia y las prioridades de los 12 proyectos presentados para cuatro áreas específicas (ganadería, aviar, forestal y oleaginosas), y seleccionó los cinco que serán subvencionados a través del programa Biotech-Mercosur-UE. Tucumán, a través de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), presentó un trabajo sobre “Aproximación genómica integrada en el Mercosur para la prospección de genes útiles al mejoramiento de la soja, frente a estrés biótico y abiótico”.
Como Biotecsur exige que en cada proyecto estén vinculados los sectores públicos, académicos y privados, son socios de la Eeaoc en esta iniciativa el INTA Castelar, Manfredi y Balcarce; el Instituto de Fitopatología y Fisiología Vegetal del INTA (Iffive); el Conicet y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. A nivel regional, son también integrantes del grupo la Empresa Brasilera de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa), la Universidad Federal de Río Grande del Sur, la Dirección de Investigación Agrícola del Ministerio de Agricultura de Paraguay y la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Asunción. Tres instituciones de investigación uruguayas se suman al proyecto que lidera la Eeaoc: el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable. Por el lado privado, son dos las empresas que forman parte de la iniciativa: el Instituto Argentino de Agrobiotecnología de Rosario (Indear) y Nidera SA, semillero líder en el mercado de la soja. En el orden formal, la Eeaoc es la institución beneficiaria del proyecto y fue designado coordinador el doctor Atilio Castagnaro, jefe de Sección Biotecnología. “El objetivo del proyecto es buscar la caracterización de genes o de tecnologías derivadas de su análisis funcional, que permitan mejorar el cultivo de la soja bajo condiciones de sequía y frente a distintas enfermedades”, explicó Castagnaro a LA GACETA Rural. “Estas tareas se consolidan a través de una red de trabajo en el Mercosur, que contempla también la formación de recursos humanos en áreas de vacancia en los cuatro países, principalmente en Paraguay. La conformación de este ‘instituto virtual’ conducirá a brindar acceso a sus miembros a biotecnología avanzada de última generación aplicable a otras cadenas productivas”, remarcó. “El fin último que la acción persigue es contribuir con un desarrollo social igualitario en nuestros países, a través del mejoramiento de la agronomía de uno de los cultivos más importantes de la región, en el sentido de que sea más eficiente y menos reñida con la salud humana y ambiental. Este fin va más allá de los objetivos específicos y de obtener los resultados esperados”, resaltó Castagnaro. “Se pretende consolidar en el Mercosur -agregó- un grupo de trabajo interdisciplinario e interinstitucional que genere masa crítica en la región y que continúe con el desarrollo de tecnologías producto de los resultados de este y de otros proyectos”, precisó Castagnaro.