Se duplicó en un año el consumo de alimentos que hacen bien a la salud
Son los alimentos funcionales, que además de los nutrientes tradicionales aportan vitaminas y minerales. Un estudio de la consultora Nielsen afirma que el consumo de alimentos funcionales creció y representantes de la industria alimenticia de Argentina acuerdan con esta afirmación.
Son los alimentos funcionales, que además de los nutrientes tradicionales aportan vitaminas y minerales. Un estudio de la consultora Nielsen afirma que el consumo de alimentos funcionales creció y representantes de la industria alimenticia de Argentina acuerdan con esta afirmación. En los últimos años comenzaron a aparecer los alimentos funcionales, llamados así porque ayudan a mejorar el estado de salud y bienestar, e incluso reducen el riesgo de padecer algunas enfermedades. Y aunque aún se trata de un mercado pequeño -por los elevados costos de estos productos-, desde el sector alimenticio aseguran que este año su consumo se duplicó."Los alimentos funcionales son los que además de suministrar los nutrientes de modo tradicional, afectan beneficiosamente a una o más funciones del organismo. Un alimento puede ser considerado funcional si ha demostrado poseer un efecto beneficioso sobre determinadas funciones del organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales, proporcionando un mejor estado de salud y reduciendo el riesgo de enfermedad. Su consumo no tiene efectos nocivos. En los últimos años aumentó considerablemente el interés de los consumidores por conocer la relación entre dieta y salud. Con los alimentos funcionales este interés se ha ido incrementando", explica el nutricionista Gustavo Kliger.
Como sostienen en la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios): "Tanto los consumidores como la industria han visto que además de nutrir, los alimentos pueden cumplir con otras funciones más allá de sus propiedades nutricionales habituales, de modo que ayudan a mejorar el estado de salud, contribuir a la prevención de enfermedades y a reducir su riesgo". "En Europa y Estados Unidos son de consumo masivo. Acá aún están limitados a ciertos sectores. Igual, el crecimiento del consumo anual es geométrico. Del año pasado a este se duplicó. Y va a seguir creciendo. Se ve en las góndolas. Se veían en forma tímida y de a poco van ganando espacio. También se ve en los lanzamientos de estos productos, cada vez hay más", dice Nicolás Randle, gerente de la División Alimentos de Granotec Argentina. Los alimentos funcionales son principalmente yogures, leches, margarinas, jugos, aceites, postres infantiles, galletitas, panes. Tienen minerales y vitaminas, prebióticos, probióticos, ácidos omega 3 y 6, fitoesteroles y fitoestanoles.
El ingeniero Carlos Almada, presidente de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios coincide con la tendencia en alza: "El crecimiento es fuerte. Y se ve en la cantidad de publicidades. Todavía no es un consumo masivo por los precios, que no son populares". El estudio de la consultora Nielsen "El camino a lo orgánico: los alimentos orgánicos y funcionales en crecimiento", dice: "La obesidad alcanzó dimensiones mundiales epidémicas y los consumidores de todo el mundo están en la búsqueda de comida sana. Mientras que la tendencia a reducir grasas, calorías, azúcar, carbohidratos, hormonas y cafeína ha ido progresando en los últimos años, un nuevo pensamiento sobre maximizar vitaminas, minerales, omega y antioxidantes logró un aumento de ventas que son todo menos pequeñas". El estudio destaca que el 49% de los latinoamericanos consume alimentos funcionales porque son más saludables para ellos, y el 23%, saludables para sus hijos. Otro estudio de Nielsen ("Tendencias de Consumo 2008"), dice que los alimentos funcionales, descremados, light y fortificados son los que más crecieron en ventas.
¿En qué sentido previenen enfermedades? "Hay evidencia que el consumo de determinados alimentos se asocia a reducir el riesgo de padecer una determinada enfermedad o afección, gracias a los nutrientes específicos que contenga. Por ejemplo, el folato o ácido fólico puede reducir el riesgo de que una mujer tenga un hijo con defectos del tubo neural, una ingesta adecuada de calcio puede ayudar a reducir el riesgo posterior de osteoporosis, el magnesio, la HTA, y los ácidos grasos omega 3 controlan el metabolismo de los lípidos o reducen el riesgo coronario -dice Kliger-. Los alimentos funcionales pueden ser un concepto clave para el futuro de la nutrición como ciencia, porque son el resultado de implantar en nutrición todos los conocimientos científicos básicos adquiridos en las últimas décadas".
Como sostienen en la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios): "Tanto los consumidores como la industria han visto que además de nutrir, los alimentos pueden cumplir con otras funciones más allá de sus propiedades nutricionales habituales, de modo que ayudan a mejorar el estado de salud, contribuir a la prevención de enfermedades y a reducir su riesgo". "En Europa y Estados Unidos son de consumo masivo. Acá aún están limitados a ciertos sectores. Igual, el crecimiento del consumo anual es geométrico. Del año pasado a este se duplicó. Y va a seguir creciendo. Se ve en las góndolas. Se veían en forma tímida y de a poco van ganando espacio. También se ve en los lanzamientos de estos productos, cada vez hay más", dice Nicolás Randle, gerente de la División Alimentos de Granotec Argentina. Los alimentos funcionales son principalmente yogures, leches, margarinas, jugos, aceites, postres infantiles, galletitas, panes. Tienen minerales y vitaminas, prebióticos, probióticos, ácidos omega 3 y 6, fitoesteroles y fitoestanoles.
El ingeniero Carlos Almada, presidente de la Asociación Argentina de Tecnólogos Alimentarios coincide con la tendencia en alza: "El crecimiento es fuerte. Y se ve en la cantidad de publicidades. Todavía no es un consumo masivo por los precios, que no son populares". El estudio de la consultora Nielsen "El camino a lo orgánico: los alimentos orgánicos y funcionales en crecimiento", dice: "La obesidad alcanzó dimensiones mundiales epidémicas y los consumidores de todo el mundo están en la búsqueda de comida sana. Mientras que la tendencia a reducir grasas, calorías, azúcar, carbohidratos, hormonas y cafeína ha ido progresando en los últimos años, un nuevo pensamiento sobre maximizar vitaminas, minerales, omega y antioxidantes logró un aumento de ventas que son todo menos pequeñas". El estudio destaca que el 49% de los latinoamericanos consume alimentos funcionales porque son más saludables para ellos, y el 23%, saludables para sus hijos. Otro estudio de Nielsen ("Tendencias de Consumo 2008"), dice que los alimentos funcionales, descremados, light y fortificados son los que más crecieron en ventas.
¿En qué sentido previenen enfermedades? "Hay evidencia que el consumo de determinados alimentos se asocia a reducir el riesgo de padecer una determinada enfermedad o afección, gracias a los nutrientes específicos que contenga. Por ejemplo, el folato o ácido fólico puede reducir el riesgo de que una mujer tenga un hijo con defectos del tubo neural, una ingesta adecuada de calcio puede ayudar a reducir el riesgo posterior de osteoporosis, el magnesio, la HTA, y los ácidos grasos omega 3 controlan el metabolismo de los lípidos o reducen el riesgo coronario -dice Kliger-. Los alimentos funcionales pueden ser un concepto clave para el futuro de la nutrición como ciencia, porque son el resultado de implantar en nutrición todos los conocimientos científicos básicos adquiridos en las últimas décadas".