Revolución genética es bioinformática

Entrevista a Juliro Ferrarotti, Prosecretario de ACSOJA, profesional agrónomo con formación de posgrado en genética vegetal. Entrevista a Juliro Ferrarotti, Prosecretario de ACSOJA, profesional agrónomo con formación de posgrado en genética vegetal.

La pregunta puede sonar un poco amplia, pero ¿hacia dónde está yendo la genética vegetal, globalmente?
Los biólogos vegetales han pasado sucesivamente del mejoramiento genético tradicional a la biotecnología y de ahí a la genómica y la bioinformática, es decir, a herramientas cada vez más sofisticadas. La combinación de genómica e informática hará crecer el mejoramiento vegetal a tasas inimaginables.

¿Qué es genómica y bioinformática, exactamente?
La genómica es el mapeo de la información genética de una especie y la ubicación de los genes de interés. Una vez ubicado el gen, por ingeniería se puede amplificar su expresión, o por el contrario silenciarlo o agregarle algo al lado. Y la bioinformática es la asistencia de la informática a la biotecnología y la genómica. Todo se hace mucho más rápido de esta manera.

¿Cuáles son las prioridades de los biólogos vegetales?
A escala mundial, el escenario está marcado por la creciente demanda de alimentos, la crisis energética y el cuidado del ambiente. A partir de ahí se ve a los cultivos como una mezcla de productores de alimentos y biomasa para la generación de energía. En este contexto, la productividad vuelve a tener un papel tan relevante como con la Revolución Verde de Norman Bourlaug.

Pero en esta ocasión importa mucho el cuidado del ambiente, entonces el mejoramiento se está apuntando a aumentar la eficiencia en el uso del agua, en la absorción de nutrientes o directamente en el uso de nutrientes que no provengan de derivados de la industria del petróleo.

¿Cómo es esto último?
Asociaciones entre plantas y microorganismos que adquirirán escala comercial en los próximos diez años.

¿Sería algo así como un maíz que nodule como la soja y tome el nitrógeno del aire?
No, en verdad es el trabajo de ingeniería genética sobre microorganismos fijadores de nitrógeno atmosférico, pero libres, como Azospirillum, no simbióticos, es decir que no van a colonizar la raíz del maíz, sino que se van a aplicar al suelo y van a fijar nitrógeno. La idea es que esos microorganismos dejen a disposición del cultivo de maíz o trigo la cantidad de nitrógeno que necesitan para producir.

¿Qué hay respecto de estrés abiótico, sequía por ejemplo?
En un modelo que nos dice que el futuro va a ser más seco que en la actualidad, las inversiones que llegan al mejoramiento vegetal apuntan a darle a los cultivos tolerancia al estrés hídrico, al calor o la salinidad. Estos eventos se van a complementar con otros orientados a la calidad nutricional, como bajo contenido de ácido linolénico, mayor contenido de Omega tres, etcétera. Por supuesto, sigue siendo de alto interés la resistencia o tolerancia a plagas y enfermedades.

¿Y lo que se habla de genes de rendimiento?
En realidad lo que se ha hecho fue ubicar genes que de un modo u otro impactan positivamente en el rinde. Incluso los nuevos eventos de Pioneer (DuPont) y Monsanto para resistencia a herbicidas carecen de lo que se denomina "lastre genético" que deprimen rinde y así se espera una mejora que puede ser del 10 a 15% según manifiestan.

¿Qué impacto puede tener el gen Bt en la soja, para los productores argentinos?
La soja Bt va a tener impacto económico en el NOA y NEA, y en Paraguay y Brasil. Para el 75% de la superficie de soja en la Argentina no va a tener impacto porque la presión de lepidópteros no llega al umbral de daño económico.

Escuché gente que piensa que la soja Bt va a ser resistente a chinches.
No. El gen Bt, sigla que viene de Bacillus thuringensis, en verdad es el denominado Cry, que es una proteína cristalizada específica para controlar a las larvas de los lepidópteros y las chinches no lo son.

Pasando a los temas económicos, ¿cómo se puede ver el mercado global de la biotecnología agrícola?
Digamos que hay una clara división entre lo que es Estados Unidos y la Unión Europea con sus empresas por un lado, y China, la India y Australia emergiendo como competidores, por el otro. En el primer grupo aparecen Monsanto, Syngenta, Dow y DuPont, que durante 2007 han realizado una buena cantidad de acuerdos cruzados entre sí. Como competidor de ese grupo aparecen las compañías públicas, mixtas o privadas de estos tres países de Asia y Oceanía. De hecho, recientemente el vicepresidente de Monsanto declaró que en el largo plazo sus competidores provendrán de la India y la China.

¿Qué idea de magnitud se puede dar para entender a estos países en materia de biología vegetal?
China es el mayor inversor de Asia en biotecnología. En 2007 dirigió u$s200 millones en investigación y desarrollo. Este país viene invirtiendo desde los 80 y si bien en algún momento aplicó una moratoria a los transgénicos similar a la que dispuso la Unión Europea, puertas adentro siguió trabajando. Así fue que de 2005 al presente evaluaron más de 100 variedades de arroz transgénico y ya tienen listas para lanzar cuatro arroces resistentes a enfermedades, dos arroces Bt y uno resistente a herbicidas. Hay que remarcarlo, pero China es el único país que obtuvo transgénicos en forma totalmente independiente del capital privado internacional.

¿Y la India?
En 2006, este país superó a China en superficie cultivada con transgénicos y en 2007 invirtió u$s80 millones en crear una red de laboratorios de investigación.