Biotecnología, un área con mucho para dar a la medicina y el campo
Cuando Andrés Montefeltro presenta la empresa que conduce, prácticamente da una clase de biotecnología, su especialidad. Reconoce que la materia aún resulta una rareza en la Argentina, pero justamente desde que nació Nedken, en 2005, la apuesta fue tomar la posta de una especialidad de avanzada en el mundo.
Cuando Andrés Montefeltro presenta la empresa que conduce, prácticamente da una clase de biotecnología, su especialidad. Reconoce que la materia aún resulta una rareza en la Argentina, pero justamente desde que nació Nedken, en 2005, la apuesta fue tomar la posta de una especialidad de avanzada en el mundo. Junto con su socio, el médico Mario Genero, y la colaboración del doctor en Química Gabriel Alvarado, residente en EE.UU., montaron en Pilar un laboratorio de referencia para América latina. Invirtieron US$ 1,2 millones en la instalación, y desde allí trabajan en fórmulas para la generación de fármacos, de biocombustibles alternativos y para el mejoramiento genético de vacunos y caballos de polo y de carrera. Por la provisión de estos servicios, la empresa espera facturar este año unos US$ 600.000. Montefeltro se retrotrae a 2005, cuando fundó la empresa con Genero, a quien conoció a través de la red Endeavor de la Argentina. "En Barcelona trabajaba para la consultora multinacional Neoris", cita como antecedente. "Cuando vi que en la Argentina había espacio para este desarrollo, nos asociamos para empezar a aplicar lo que se había avanzado en genómica y proteónica. Sentí que era tiempo de desarrollar la biotecnología con una empresa propia." En la Argentina el proyecto encontró un eco favorable. La Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, en Pilar, facilitó el laboratorio base para la plataforma tecnológica que desarrollarían junto con un equipo de 12 especialistas; este año el equipo llegará a tener 30. En el lanzamiento también se destaca el apoyo del Foro Austral Ciencia Empresa (FACE), de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral; del Centro de Entrepreneurship, y del Grupo de Inversores Angeles del IAE; este último, con un rol activo en aportes financieros para la inversión inicial. "El plan para este año es concretar una segunda ronda de financiación por US$ 4 millones, con fondos argentinos y españoles", apunta el CEO de la empresa, que promete sumar a las oficinas que tiene en California y Barcelona sedes en Boston y Munich en 2009, e implantar un laboratorio con capacidades similares al de la Argentina en Barcelona: allí, asociados con científicos españoles, apuestan a desarrollar proyectos de tecnología de interés para toda Europa. Primeros resultados Según precisa Montefeltro, el negocio central de la compañía es el desarrollo de licencias de moléculas terapéuticas de laboratorios farmacéuticos internacionales. En su primer año, la empresa inició un proceso de patentamiento de un nuevo tipo de molécula, desarrollada con un gran potencial terapéutico para medicina personalizada. "Estamos en conversaciones con Pfizer (EE.UU.) y Novartis (Suiza) para avanzar en estos desarrollos", anticipa. Por otro lado, el laboratorio de la Argentina está preparando servicios de diagnóstico para satisfacer las necesidades de estudios de medicina molecular de la comunidad médica local. "Empezamos a colaborar con el Hospital Italiano y el Hospital Austral para dar soporte a ensayos clínicos y hacer proyectos de investigación conjunta", explica el especialista. La empresa, explotando el perfil agropecuario del país, les dio impulso a los servicios para agronegocios. En su laboratorio, Nedken realiza la determinación de marcadores moleculares asociados a caracteres productivos y de resistencia a enfermedades. Hoy, se está aplicando esta técnica a un programa de mejoramiento del ganado vacuno con la Asociación Braford Argentina. El mismo procedimiento se aplica para el mejoramiento de la aptitud deportiva de caballos de carrera y de polo. La tecnología de Nedken también está siendo aplicada al desarrollo de biocombustibles. "Estamos preparando una nueva patente de un método alternativo para la producción de bioetanol y otro para la polimerización de un derivado de la producción de biodiésel", señala Montefeltro.