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La ingesta de productos probióticos aumenta la respuesta inmune del organismo ante el ingreso de patógenos. Ahora un grupo de investigadores de la UNL experimentan con ratas en casos de infecciones con Escherichia coli y tumores para ver cómo reaccionan. La ingesta de productos probióticos aumenta la respuesta inmune del organismo ante el ingreso de patógenos. Ahora un grupo de investigadores de la UNL experimentan con ratas en casos de infecciones con Escherichia coli y tumores para ver cómo reaccionan. Diversos experimentos con ratas demostraron que el consumo de lácteos probióticos causa variaciones en las células implicadas en la inmunidad, lo que se traduce en un incremento de las defensas. En estos estudios se utilizaron productos comercializados para reproducir las condiciones de consumo reales. Uno de los efectos benéficos que se le atribuyen a los probióticos es que sus bacterias (lactobacilos) compiten con los patógenos impidiendo o dificultando su instalación en el intestino. Un grupo de investigadores de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) está estudiando cómo se realiza esta competencia. En los experimentos realizados en ratas se indujo la infección por Escherichia coli (bacteria que provoca diarrea y causa el Síndrome Urémico Hemolítico) para luego analizar y comparar los intestinos de las que consumieron probióticos y los grupos control y testigo del experimento. "El objetivo es ver cómo varían las moléculas de hidratos de carbono en los animales que se les produjo la infección y en los que no; en los tratados con leche común, los que consumieron leche probiótica y los que ingirieron sólo agua y alimento balanceado", explicó Kyrian Minella, investigadora del Departamento de Morfología Normal de la FBCB. La técnica aplicada para la comparación de los intestinos consiste en el uso de lectinas, sustancias que se obtienen de plantas y animales, y que reconocen determinadas variaciones en hidratos de carbonos, las que se atribuyen a diferentes patologías. "Las lectinas componen un sistema de detección de moléculas azucaradas que están en la superficie del intestino y constituyen su defensa ante patógenos. Esto permitió observar cómo afectó el probiótico a los hidratos de carbono", comentó Minella. También mediante lectinas se comenzó a estudiar el efecto de probióticos en casos de tumores en el colon, aunque estos experimentos se encuentran en sus primeras etapas. Los lácteos que se ofrecen en el mercado denominados probióticos están adicionados con bacterias pertenecientes a dos géneros específicos: Lactobacillus y Bifidobacterium. Estos microorganismos le dan al alimento un plus, ya que no sólo cuenta con su valor nutritivo intrínseco, sino que también ofrece otros beneficios para la salud como el incremento de las defensas y de la tolerancia a la lactosa. Por ello se los denomina "alimento funcionales". Investigaciones como las desarrolladas en la FBCB intentan precisar estos beneficios para saber si vale la pena, en un balance costo-beneficio, consumir estos productos. Por otra parte, el desarrollo de estos trabajos sacó a relucir la importancia de las condiciones de transporte y mantenimiento de los productos, ya que si se corta la cadena de frío, las bacterias mueren y se pierden los efectos probióticos.