Un proyecto de Biotecnología mejorará la producción ovina en la Patagonia
El Instituto de Investigaciones Biotecnológicas elaboró, con apoyo de la Universidad de San Martín, un proyecto para multiplicar y mejorar genéticamente ovinos, favoreciendo a pequeños productores de la región patagónica afectados por la sequía y la erupción del volcán Puyehue en 2011.
El Instituto de Investigaciones Biotecnológicas elaboró, con apoyo de la Universidad de San Martín, un proyecto para multiplicar y mejorar genéticamente ovinos, favoreciendo a pequeños productores de la región patagónica afectados por la sequía y la erupción del volcán Puyehue en 2011.
La iniciativa está a cargo del jefe del Laboratorio de Reproducción y Mejoramiento Genético Animal del Instituto, Adrián Mutto, que el año pasado obtuvo el premio Bernardo Houssay por el desarrollo de la vaca Rosita ISA, el primer bovino bitransgénico del mundo que produce leche similar a la humana. "Para fin de año vamos a estar produciendo embriones y semen de ovinos que serán distribuidos en puntos estratégicos de Chubut, Neuquén y Río Negro, que serán centros multiplicadores donde nacerán los animales que se entregarán a pequeños productores", explicó Mutto a Télam.
El profesional, doctor en Biotecnología y Biología Molecular, destacó que "se realizarán capacitaciones a profesionales de esas provincias y a productores, primer requisito para que sean receptores del material". La región elegida sufre los efectos de la sequía del año 2009 y de la erupción del volcán Puyehue en 2011, fenómenos naturales que produjeron la pérdida de 900 mil animales, en una zona donde se concentra el 67 por ciento de la ganadería ovina del país.
El proyecto se concretará en el centro de investigaciones del Instituto Tecnológico de Chascomús, un predio que comparten investigadores y docentes de la Universidad de San Martín (Unsam), del Instituto de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). "Trabajaremos en equipo tres veterinarios, un ingeniero agrónomo y uno zootecnista", explicó el jefe del proyecto, que adelantó que el laboratorio "tendrá capacidad para producir 4.000 embriones y 100.000 dosis de semen anuales para inseminación artificial y trasplante embrionario".
La iniciativa también incluyó la logística necesaria para superar la barrera sanitaria establecida a partir del Río Colorado, que impide el envío de animales en pie por ser zona libre de aftosa, la que se verá "superada por la dosis de semen congelado que enviaremos", aclaró el investigador. "Estamos orgullosos del proyecto que desarrolló el doctor Adrián Mutto, un joven investigador egresado de nuestra casa, porque el gran objetivo de la ciencia debe ser mejorar la vida de la gente", dijo el rector de la Unsam, Carlos Ruta. El directivo reconoció que "con este Centro de Biotecnología Ovina, la Unsam busca convertirse en un polo de innovación que aporte soluciones para el desarrollo económico y social del país".
La financiación del proyecto se concretará con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (Bid) y requerirá una inversión inicial de 1.300.000 dólares. "Como fueron las provincias las que solicitaron el crédito, desde allí determinaron las preferencias de razas ovinas, que en el caso de Chubut será la Dohne Merino y para Neuquén y Río Negro las Corriedale y Merino australiano", detalló Mutto.
El profesional consideró que "en unos pocos años vamos a ver el impacto que este proyecto tendrá en los pequeños productores y en la vida y economía de la región".
La iniciativa está a cargo del jefe del Laboratorio de Reproducción y Mejoramiento Genético Animal del Instituto, Adrián Mutto, que el año pasado obtuvo el premio Bernardo Houssay por el desarrollo de la vaca Rosita ISA, el primer bovino bitransgénico del mundo que produce leche similar a la humana. "Para fin de año vamos a estar produciendo embriones y semen de ovinos que serán distribuidos en puntos estratégicos de Chubut, Neuquén y Río Negro, que serán centros multiplicadores donde nacerán los animales que se entregarán a pequeños productores", explicó Mutto a Télam.
El profesional, doctor en Biotecnología y Biología Molecular, destacó que "se realizarán capacitaciones a profesionales de esas provincias y a productores, primer requisito para que sean receptores del material". La región elegida sufre los efectos de la sequía del año 2009 y de la erupción del volcán Puyehue en 2011, fenómenos naturales que produjeron la pérdida de 900 mil animales, en una zona donde se concentra el 67 por ciento de la ganadería ovina del país.
El proyecto se concretará en el centro de investigaciones del Instituto Tecnológico de Chascomús, un predio que comparten investigadores y docentes de la Universidad de San Martín (Unsam), del Instituto de Tecnología Agropecuaria (Inta) y del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). "Trabajaremos en equipo tres veterinarios, un ingeniero agrónomo y uno zootecnista", explicó el jefe del proyecto, que adelantó que el laboratorio "tendrá capacidad para producir 4.000 embriones y 100.000 dosis de semen anuales para inseminación artificial y trasplante embrionario".
La iniciativa también incluyó la logística necesaria para superar la barrera sanitaria establecida a partir del Río Colorado, que impide el envío de animales en pie por ser zona libre de aftosa, la que se verá "superada por la dosis de semen congelado que enviaremos", aclaró el investigador. "Estamos orgullosos del proyecto que desarrolló el doctor Adrián Mutto, un joven investigador egresado de nuestra casa, porque el gran objetivo de la ciencia debe ser mejorar la vida de la gente", dijo el rector de la Unsam, Carlos Ruta. El directivo reconoció que "con este Centro de Biotecnología Ovina, la Unsam busca convertirse en un polo de innovación que aporte soluciones para el desarrollo económico y social del país".
La financiación del proyecto se concretará con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (Bid) y requerirá una inversión inicial de 1.300.000 dólares. "Como fueron las provincias las que solicitaron el crédito, desde allí determinaron las preferencias de razas ovinas, que en el caso de Chubut será la Dohne Merino y para Neuquén y Río Negro las Corriedale y Merino australiano", detalló Mutto.
El profesional consideró que "en unos pocos años vamos a ver el impacto que este proyecto tendrá en los pequeños productores y en la vida y economía de la región".